Háblanos de Bruno Manser.
Fue un activista medioambiental que vestía como los nativos de la etnia penan, con un taparrabos, y aprendió a cazar con una cerbatana antes de desaparecer misteriosamente en Srawak. Rehusó hacer el servicio militar en Suiza por lo que sufrió una pena de prisión de cuatro meses.
Voló a Tailandia, deambuló seis meses por el sudeste asiático y se unió a una expedición de espeleología británica en las cuevas e Mulu, en Sarawak. Allí conoció a los penan y abrazó sus costumbres y su cultura.
¿Quién era Michael Palmieri?
Es un marchante de arte de California que viajó por las selvas de Borneo en busca del arte de los nativos dayaks.
Su historia es parecida a la de Bruno Manser. En 1964 fue llamado a filas para combatir en la Guerra de Vietnam y cruzó el Atlántico en un carguero. Pasa 10 años en Europa antes de dirigirse a Bali y Borneo.
LOS PENAN.
Es un pueblo de cazadores recolectores que vive en las profundidades de la selva tropical. Se mueven cada pocas semanas, construyen estructuras temporales y viven en grupos pequeños. Manser decidió adoptar su estilo de vida después de 10 días de treking por la selva, e hizo lo posible por que los Penan lo aceptaran como uno de los suyos. Caminó descalzo por las trochas de la selva y cazó como ellos.
LOS DAYAKS-
Son agricultores y artesanos de la madera. También hacen pinturas rupestres y abalorios con cuentas. Su arte es un reflejo de su mundo espiritual, en la que el árbol de la vida es el motivo central, ya que representa la vida, la muerte y los antepasados. Los Dayaks son monoteístas, que combinan el mundo de los vivos con el de los muertos. Para los dayaks estos mundos están sucediendo simultaneamente en un eterno esfuerzo ritual y espiritual de aplacar a los espíritus. Eso significa ceremonias colectivas en torno a la muerte y a la cosecha de arroz o de la inspiración para su arte
Michael Palmieri empezó a comprar las esculturas y las pinturas de los dayaks al precio que estos le marcaron, aunque los nativos no entendían por qué sus manifestaciones artísticas podrían tener valor alguno.
Palmieri estuvo en Borneo, la tercera isla más grande del mundo, un vasto bosque lluvioso con rápidos y motañas. Caminaría hasta lugares remotos, que habían tenido escaso contacto con el exterior. Incluso compró un carguero tradicional del río Makunan para comprar el arte de los Dayaks.
¿Qué fue de Bruno Manser?
Los madereros pusieron su cabeza a precio por defender el derecho de los Penan a sus tierras ancestrales frente a las expropiaciones del Gobierno y por representar una encarnación de lo que fue en el siglo XIX James Brooke, el rajá blanco.
Fue detenido dos veces por las autoridades forestales de Sarawak y las dos huyó entre las balas de sus captores. Hizo sentadas y huelgas de hambre. En 2000, el mejor amigo de Manser, George Poengs, fue enviado a la selva para sacarlo de allí. Su padre estaba enfermo y reclamaba a Bruno en Suiza. Manser se disfrazó con lentillas de otro color de iris para embarcar en un vuelo.
Pero la presión de su labor como medioambientalista ya le estaba pasando factura. Dejó unas notas de lo más extrañas para sus familiares que indicaron que ya no volverían a verle nunca más. Pocas semanas después las peores previsiones se hicieron realidad cuando Bruno Manser se interno en la selva y ya no volvió a ser visto por nadie. La familia cree que un grupo de madereros lo mató e hizo desaparecer el cadáver pero no tienen pruebas de tal cosa.
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