2016. En un remoto rincón de Macedonia, un grupo de jóvenes torció para siempre la historia moderna. Crearon infinidad de "fake news" a favor de Donald Trump dándole un importante empujón para encaramarle a la Casa Blanca. ¿Quiénes son esos jóvenes y por qué lo hicieron?
Veles (Macedonia, 43,000 habitantes) era una antigua ciudad industrial que lo logró adaptarse a la caída del comunismo en la ex Yugoslavia. Solo la fábrica de cerámica empleaba a 4.000 trabajadores. Con ese orgullo trasnochado del que no sabe bien lo que dice ni las implicaciones que tiene, los habitantes de Veles presumen de haber sido la segunda ciudad más contaminada de Europa durante el tramo final de la Guerra Fría.
Después llegó la independencia y el cierre de las industrias de la región a causa del final de los subsidios estatales. Hubo un repunte gracias a que una banda de narcotraficantes blanqueaban el dinero de sus negocios en Alemania en la región pero esa discutible prosperidad también se acabó cuando la Policía desarticuló la banda.
Veles habría de conocer un tercer boom económico de unos meses de duración proporcionado por quién menos se esperaba. Un grupo de chavales sin futuro, desertores del instituto local, aplicaron sus conocimientos en redes sociales para ganar dinero fácil. Los chicos saben que han hecho cosas discutibles, cuando no directamente punibles por parte del Gobierno de los Estados Unidos, por lo que prefieren que no haya fotografías de ellos. Pero como son unos bocazas, y además conscientes de haber cambiado la Hisotria mundial, usan seudónimos para hablar con los periodistas.
Uno de ellos es Goran. Dice que no le encontraba la gracia a las clases del Instituto porque después los únicos empleadores posibles eran sus padres. El grupo hacía novillos y pasaba las horas muertas en un cibercafé, jugando a videojuegos.
Uno de los asiduos de esas partidas se llamaba Aleksandar. Vino al cibercafé en un BMW Serie 4. Toda la ropa que llevaba puesta era nueva. Los amigos le preguntaron cuál era su secreto. Aleksandar les contó que tenía una página de Facebook donde daba consejo de salud y belleza. No tenía ni idea de ambas cosas pero copiaba y pegaba el material de otros, cuando no lo creaba él mismo. "¿Tiene verrugas? Ponga una pastilla de jabón ba las sábanas de la cama".
Goran le preguntó como lo lograba realmente. Facebook era gratis. Aleksandar dijo que sí, que Facebook era gratis, pero quien le pagaba por la cantidad de tráfico era Google.
Así que los amigos se lanzan a abrir perfiles falsos y a mover fake news por las redes. Prueban varios temas, evitando los que les pueden llevar a la cárcel como la pornografía, la incitación al odio o la violencia extrema. Lo que más dinero les da es inventarse noticias sobre el candidato a la Casa Blanca Donald Trump. Dicen que el candidato Trump le ha pegado a un manifestante en Carolina del Norte y la noticia se vuelve viral.
El único tropiezo que tiene Goran es una denuncia por imitar el logotipo y la apariencia de la página oficial de The New York Times para sus noticias falsa. Goran cierra la página pero usa el resto de los canales para enviar el mismo contenido. Con el dinero que gana se compra ropa, un ordenador nuevo e incluso se va de vacaciones. Los amigos se reunen en el cibercafé y comparan sus ingresos. A todo el grupo les da igual quién gane las elecciones en los Estados Unidos. Simplemente Trump despierta más atención por parte de un público acrítico y sin estudios.
Lo intentamos con candidatos demócratas como Bernie Sanders o Hillary Clinton, pero los votantes demócratas se las saben todas y exigían pruebas de lo que afirmábamos", explica Goran.
Finalmente la prensa seria destapó el negocio y Google les cortó el grifo y les obligó a cerrar los perfiles falsos. Pero Donald Trump era el candidato principal del Partido republicano e iba de cabeza al Despacho Oval. Los politólogos, los community managers y la NSA estudiaban las técnicas de los amigos de Goran para poder manipular otras elecciones en Europa o en Asia Oriental.
Ahora Goran y sus amigos están ociosos de nuevo pero parece que ya saben lo que quieren hacer con sus vidas. Goran dice que quiere estudiar informática y código para aprender a programar. Sueña con trabajar para Mark Zuckerberg en Facebook o para Google en Silicon Valley. Espero que lo consiga y se enderece su vida.
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