Charles Dickens nació en 1812, en el seno de la familia de John Dickens, un funcionario de la Tesorería del Almirantazgo Británico tendente a gastar por encima de sus posibilidades, lo que lo llevó de cabeza a la cárcel de deudores. Charles tuvo que dejar sus estudios para trabajar en una fábrica de betún, durante 10 horas diarias, seis días semanales. El domingo lo empleaba en visitar a su padre en la prisión y llevarle un poco de dinero para sufragar sus gastos allí y en pagar a su patrona, la señora Roylance, por la comida y el alojamiento.
Los victorianos solían tener una idea edulcorada de la infancia y una actitud paternalista hacia las clases inferiores, como si estas no pudieran hacerse cargo de sus existencias sin la caridad de las clases acomodadas. Dickens dedicó toda su vida y su obra a combatir esas ideas, usando ara ello los recursos del folletín por entregas.
En descargo de John Dickens, le inculcó a su hijo Charles el amor por la literatura y el teatro. Lo animaba a memorizar poesía y textos de Shakesperare y recitarlos subido a una silla. John Dickens salió de la cárcel de deudores tras pagar sus últimas deudas grascias a la herencia de su madre, miembro del servicio doméstico de una familia acomodada. Charles vuelve a estudiar, esta vez en el Wellington House Academy, regentado por el siniestro señor Jones, amigo de las obras de Shakespeare y de desollar la espalda de sus alumnos con un puntero a la menor falta. Muy dickensiano, todo.
De los 15 a los 18 años, Dickens se emplea como recadero de un buffette de abogados. Tiene que recorrer Londres a pie. Conoce las puertas de servicio de las grandes mansiones así como las peores calles de Londres. Es un observador nato de la realidad social, lo que le servirá en sus novelas sociales posteriores.
Inglaterra estaba cambiando a toda velocidad debido a la Revolución Industrial. El fin de las hostilidades con Francia tras la derrota de Napoleón había permitido exportar trigo francés, por lo que los campesinos tenían que abandonar sus tierras y hacinarse en los insalubres barrios industriales. Imperaba la explotación y la brutalidad ante una sociedad que no comprendía y, mucho menos, asumía estos cambios sociales.
En 1836 Dickens es periodista de temas parlamentarios y publica por entregas LOS PAPELES PÓSTUNOS DEL CLUB PICWICK, una novela costumbrista. Un editor cree que allí hay un filón y le encarga que convierta esos escritos en un libro.
Es el boom de la novela. Unas élites alfabetizadas y con tiempo libre compran novelas, de las que en Gran Bretaña se publicarán cuarenta mil títulos entre 1815 y 1901. Y Dickens se sube a la ola.
Cuando escribe OLIVER TWIST pone su foco en las malas condiciones de los orfanatos, los abusos hacia los aprendices y el mundo del hampa. En una sociedad mojigata donde no se da educación sexual a las mujeres hasta que es demasiado tarde y ha estallado el escándalo, o se van a casar y necesitan saberlo YA, el tema de las madres solteras, o que una de los personajes que ayudan a Oliver Twist sea una prostituta, que lo auxilia a saber de que será castigada por su proxeneta Sykes por ello, es revolucionario.
Sus recuerdos de la presencia de su padre en la cárcel de deudores aparecen en LA PEQUEÑA DORRIT, un drama carcelario sobre una niña que se cría en semejante institución. Aparece un Ministerio de Circunvoluciones, cuya única finalidad es buscar excusas para no solucionar nada, algo que ya anuncia la crítica a la burocracia de Kafka en EL PROCESO. Este retrato inspirará a escritores como el español Benito Pérez Galdón y el ruso Feodor Dovstoievski, que hizo una novela sobre un ludópata.
Cuando publicó LA TIENDA DE ANTIGÜEDADES los cronistas sociales de la época describieron como los lectores estadounidenses iban a los muelles para preguntarles a los viajeros ingleses noticias sobre las andanzas de la pequeña Nell.
En sus viajes por Estados Unidos, donde daba conferencia y hacía agotadoras lecturas públicas, Dickens denunció las leyes que negaban los royaltyes y la protección de los derechos de autor a los escritores que no hubieran nacido en los Estados Unidos. También denunció la esclavitud y sus consecuencias morales en NOTAS AMERICANAS, uno de sus ensayos. Escribió artículos sobre las condiciones en el barrio degradado neoyorquino de Five Points, donde se hacinaban sin expectativas de futuro los inmigrantes irlandeses.
Se casó con Katherine Thomson Hogarth, la hija del editor de THE MORNING CHRONICLE, del que Dickens era redactor. La pareja tuvo diéz hijos pero distaba de ser un matrimonio feliz. Por eso, cuando Dickens conoció a Ellen Ternan, una actriz 27 años más joven, empezaron una relación. La pareja regresaba de Francia, cuando el convoy ferroviario en el que viajaba se cayó de un viaducto en Staplehurst ( en el condado de Kent). ocho vagones cayeron al río y murieron decenas de personas. Conocedor del escándalo inevitable que se avecinaba, Dickens se animó a ayudar a la gente que estaba herida, igual que el protagonista de cualquiera de sus novelas.
Murió en 1870 de un derrame cerebral. Fue enterrado- a pesar de que había pedido algo más modesto- en el ríncón de los poetas de la abadía de Westminster. El DAILY NEWS ( periódico que Dickens habñia fundado) le dedico este artículo:" Gracias a sus estampas, las generaciones futuras tendrán la oportunidad de saber cómo se desarrollaba la vida en el siglo XIX". Es cierto.
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