Samarcanda es considerada por los historiadores como la ciudad más antigua habitada en el siglo XXI. Los arqueólogos creían hasta hace poco que esta joya de Uzbekistán tenía 2.500 años, pero los arqueólogos han asegurado recientemente que se le pueden añadir sin problemas unos 250 años más.
Las primeras noticias que tenemos los occidentales de esta ciudad es su conquista por Ciro el Grande, el rey aqueménida en el siglo VI a de C. Los siguientes amos de Samarcanda son los soldados macedonios de Alejandro Magno, que funda en ella la satrapía de Transoxiana, que es la adaptación al griego clásico del topónimo Sogdiana. Alejandro y los cronistas atinos dirán de ella que "es una ciudad rica y una fortaleza bien defendida". Pero los sogdianos prefieren el comercio a la guerra.
Los persas sasánida son los que tienen el control de la región en el siglo VI. Los sogdianos quieren comerciar con los mercaderes bizantinos e introducir la seda en Europa, pero para hacerlo tienen que convencer a los mercaderes sasánidas de que les vendan a ellos, en el papel de intermediarios, la seda.Cosroes no quiere perder su monopolío y dice que no, así que los sogdianos hacen acuerdos comerciales con los bizantinos a espaldas de los decadentes y acosados por el Islám, una nueva religión, sasánidas.
De esta manera la seda y el papel son ontroducidos en Europa. El papel era una mercancía que los chinos de la Dinastía Tang no querían compartir con sus socios comerciales pero los prisioneros chinos de los sasánidas desvelaron el secreto de su fabricación a los sogdianos.
En 1220, Gengis Khan devasta Samarcanda, huellas que todavía son visibles un siglo más tarde, cuando el viajero marroquí Ibn Battutta visita la ciudad a principios del siglo XIV.
Tamerlán, Timur Lang, convierte la ciudad en una de las más prosperas de la Ruta de la Seda proporcionando toda clase de edificios suntuosos e infraestructuras arquitectónicos. Atrae a sabios e intelectuales de todo el mundo islámico a su madraza. En 1409 el castellano Ruy de Clavijo visita la ciudad para establecer una alianza por parte de los europeos con los timúridas contra los turcos otomanos. La gestión diplomática no prospera porque Tamerlán en 1409 está enfermo y no puede comprometerse en empresas futuras que no podrá realizar.
El siguiente gobernante de Samarcanda es Ulug Beg, que sigue la política de mecenazgo a los intelectuales y artistas de su padre, aunque no es un guerrero tan brillante en el campo de batalla como él. Morirá en 1449, marcando el final del esplendor de la ciudad con la conquista de Constantinopla por los turcos otomanos en 1452 y el transpaso del interés por parte de los europeos por llegar a los mercados asiáticos en sus naves por el Oeste, sin la interpediación de potencias comerciales terrestres. Es el final de la Ruta de la Seda.
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