Erase una vez un pueblo del interior de Castellón, con señoras sentadas en las puertas viendo pasar el tiempo. Erase un pueblo donde nunca pasa nada. Erase una vez Lis, una adolescente de 15 años, que estalla en vitalidad, y esa vitalidad, esas ansías de descubrir el mundo y descubrirse a sí misma, son precisamente lo que está vetado en ese pueblo tranquilo, donde está terminantemente prohíbido que pase nada fuera del programa por temor a las habladurías.
Lis conoce a un chico un poco mayor y tiene sus primeras experiencias amorosas y sexuales clandestinas, por temor a que el vecindario las conozca. Con el transcurrir de la película el príncipe azul se convertirá en el más feo de los sapos, un macarrilla de pueblo, que copía los mismos esquemas retrógrados y machistas del padre de Lis. Ella quiere estudiar circo en Barcelona, pero en realidad quiere escapar del futuro que le espera, y por ello se revela con una relación con un chico mayor, El Polaco. Pero ese chico tan malote la deja embarazada con lo que la condena a atarse más al pueblo, la trampa de la que quiere huir.
La directora, Lucía Alemany, creció en ese pueblo y rodó la película en él. Ella no se quedó embarazada a los 15 años sino a los 17. Tuvo que abortar en secreto. De despertar al mundo y que no haya un mundo para tí ( de eso yo viví algo con el Síndrome de Asperger); del fracaso de antemano de toda rebeldía juvenil, porque algunas batallas solo las podrás librar de adulto y puede que entonces ya no tengan sentido; de unos padres atrapados en sus roles; él, un machista castrador, y ella atrapada en el miedo a ser diferente, con la certeza de que la trampa se cerró y solo queda la oscuridad de un matrimonio con exigencias pero sin amor ni complicidad; de todo esto habla esta película.
Carmen Arrufat se gana el Goya con esta película. De hecho, hay varios guiños de ella en la serie HIT, Gustavo, el novio de Lena, es conocido en el instituto Anne Frank como El Polaco; en un momento en que Lena finge compasión hacia el personaje de Silvia, una chica con dependencia emocional hacia ella( y presuntamente con una sexualidad complicada), Hugo Ibarra aplaude y dice que debería tener el Goya.
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