Verano de 1994. La hermana Marina (interpretada por Carmén Machi) llega al orfanato del Parral, que alberga durante el estío un grupo de golfillos cuyos padres no pueden encargarse de su tutela. Hacen las típicas gamberradas de su edad y las víctimas suelen ser las monjas.
Marina busca algo que llame su interés y lo encuentra gracias a una serie de escapadas nocturnas prohíbidas de los chicos para jugar al fútbol. Con la advertencia de que la responsabilidad será siempre de Marina por parte de la priora del orfanato. la hermana Marina, con la ayuda de las hermanas Tatiana y Angelines, creará un club de fútbol e inscribirá a los chavales en una competición.
Destaca Valdo, el hijo de unos temporeros de Cabo Verde, que mientras sus compañeros miran aburridos los partidos de futbol televisados que Sor Marina invita a los chicos a ver, toma notas en una libreta. Con el paso de los años, Valdo se convertira en un jugador del Real Madrid en el primer equipo y dedicará un gol a la hermana Marina, sin la cual su éxito profesional no sería posible.
También destaca Sebas, el intelectual del grupo, capaz de perderse en una atracción de espejos de una feria y volver de allí contando una falsa historia inocentona acerca de su despertar sexual con una chica, algo que el muchacho resolvió con timidez e inocencia propias de la edad.
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