El 80 por ciento de las estrellas deportivas acaban arruinadas. La situación de Estados Unidos esespecialmente dramática. A veces, a la bancarrota se unen el alcoholismo, las drogas, la ludopatía, etc...
Cuando el ex jugador de baloncesto de la NBA Reverda habla de cómo dilapidó todo lo que había ganado gracias a su buen hacer deportivo, siempre acaba hablandod e su coche deportivo. Era un Dodge Charter con cristales tintadois, alerón trasero, tele en el salpicadero, equipo musical de alta gama...El portón tenía sus iniciales. El deportivo le costó 60.000 dólares. No sabía en ese momento que diez años más tarde sus cuentas bancarias estarían más vacías que la conciencia de un político republicano. Confió en sus asesores financieros que le contaban las milongas que más les convenían a ellos. Y él se dedicaba a gastar. Hasta que ya no pudo seguir haciéndolo.
Muchos deportistas fracasan a la hora de conservar sus cortunas. Les ha pasado al tenista Boris Becker, al boxeador Mike Tyson, a Diego Armando Maradona, al futbolista Ronaldinho, a Iván Zamorano.... Tyson ganó 400 millones de dólares tumbando tipos sobre el ring y con contratos publicitarios, de los que ya no queda ni la raspa. Becker acabó en prisión por recurrir a medios delictivos para evitar su ruina.
Los jugadores de la NBA y de la Liga de Fútbol Americano malgastan sus fortunas en coches de alta gama y joyas por lo que el 80 por ciento de ellos acaba arruinado antes de acabar sus carreras. El jugador de baloncesto Gilbert Arenas llegó a tener 500 armas de fuego y una piscina para tiburones en su mansión, cuyo mantenimiento se tragaba 80.000 dólares anuales. El golfista John Daly gastó 1,65 millones de dólares en las mesas de juego de los casinos de las Vegas en un solo día.
Claro que todo es cosa del sistema educativo. La mayoría son reclutados por los clubes en Secundaria y no tienen estudios universitarios. Delegan a la hora de administrar su dinero. El futbolista Neymar no sabe salir solo de juerga por lo que se lleva en sus viajes y vacaciones un grupo de aduladores con los que gastar su dinero.
Cuando todavía están adaptándose a las exigencias y las retribuciones del deporte de alta competición, estos muchachos- siempre de entornos humildes- son asesorados por scammers, asesores que muchas veces les roban y desinforman en base a sus propios fines e intereses. El 2018, el jugador de la NBA Kevin Gardner demándó a unos asesores por apropiarse de 77 millones de dólares de sus cuentas. Este scammer también robó a otro jugador de baloncesto varios millones: Tim Duncan. Acabó en prisión.
La familia también puede ser un factor de riesgo cuando ven en el pariente deportista una manera de escalar socialmente. Muchos padres de deportistas dejan de trabajar en cuanto el hijo ficha por un equipo de primera fila, y parecen ignorar que la vida activa de él será corta."Me traje a vivir conmigo a mi primo,a mi mejor amigo y mi tío" revela Greg Oden. Todos los meses extendía un cheque a nombre de su madre y su abuela y creó un fondo al que podían acudir la familia en caso de extrema falta de liquidez. Se hizo un mal uso de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario