Las guerras de banderizos en el País Vasco ( 1360-1500)

 Las guerras de bandos o guerras banderizas son una serie de enfrentamientos entre nobles rurales y pequeños señores feudales entre 1366 y el último cuarto del siglo XV. El final de la Edad Media fue traumático en Europa. La mejora de las comunicaciones permitió que las nuevas ideas y el capital circulase por Europa al mismo tiempo que usaban esas mismas vías tan estupendas los ejércitos de la Guerra de los Cien Años y las ratas que traían la peste. Muchas regiones quedaron deshabitadas y hubo que "repoblarlas". Cuando la cosecha no era buena como en 1305 había hambrunas pero si había excedentes por la abundancia de grano al poco tiempo llegaban las ratas negra, y con ellas la peste.

El rey Pedro el Cruel - o el Justiciero, según a qué noble castellano preguntanses- sumió al reino de Castilla en una Guerra Civil fraticida entre él y su hermano Enrique II. Este rey redactó el Becerro de las Behetrías de Castilla en el actual País Vasco y la región de Trasmiera pero no pudo llevarlo a efecto porque fue asesinado por su hermano con la ayuda del mercenario inglés De Guesclin, por lo cual no quedaba claro qué pertenecía a qué señor feudal de bajo rango y todo quedaba a designio del más fuerte.

Los señores, sin más preparación que su habilidad con las armas, se convirtieron en una especie de grupos mafiosos enfrentados que iniciaban batallas campales o guerras por quién lleva el cirio en un acto religioso, por quién tiene derecho a la cabeza de un jabalí muerto en una cacería o por el robo de unas castañas? Son nobles obsesionados con el honor pero en una tierra de minifundios y pequeñas rentas como el País Vasco y Navarra, eso se sustentaría en un dinero inexistente, por lo que el noble vasco del siglo XV asalta a los viajeros desde las casas torres,unas fortificaciones modestas. Destaca el Castillo de Butrón, en manos actualmente de un oligarca ruso, al que un propietario adinerado del siglo XIX le dio un aspecto a los castillos de los cuentos de los hermanos Grimm.

Las guerras de Banderizos terminaron cuando los reyes Católicos se asentaron en su propio poder frente al de los nobles y pusieron freno a las tropelías de Gamboínos y Oñacinos, los dos bandos principales, obligando a los jefes de clan, los Parientes Mayores, a desmochar sus torres y tapiar las aspilleras para las ballestas.

Gamboínos:

Gamboa, Guevara, Balda, Elgueta, Olaso, Ayala ( en Vitoria), Leguizamón (en Bilbao) y Bañez, en Mondragón, una villa arrasada en una lucha campal entre los dos bandos en 1446.

Oñacinos:

Oñac, Mendoza, Loyola, Lazcano, Mújica, Butrón ( como Vladimir Putin pero en medieval), Salcedo (en Munguía y Astigarraga) y Guraya ( en Mondragón).