Estamos a finales del siglo XIX y la Restauración Meiji ha abierto las puertas de Japón a los mercados y las influencias extranjeras. Por primera vez,los extranjeros pueden entrar en Japón como empresarios, músicos, maestros, diplomáticos, etc...
Es también la época de fascinación de las potencias occidentales por la cultura y el arte oriental.
Uno de estos occidentales fue el conde Coudenhove-Kalergi ( 1859-1906), que frecuentaba la tienda de antigüedades del padre de Mitsuko en Ushigome. Mitsuko y este aristócrata se enamoraron, cuando ella le sirvió a ese hombre de fascinantes ojos redondos el té en la tienda de su padre, un hombre de ascendencia samurai, muy conservador. Como el señor Aoyama no aprobaba la relación de su hija con el conde, Kalergi y ella se convirtieron en amantes. Muchas mujeres se referían a Mitsuko a sus espaldas como la concubina.
A pesar de los prejuicios reinantes en la época el amor de Heinrich por Mitsuko y por Japón triunfaron, y la feliz parejita se casó en 1892. Su boda en Tokyo fue el primer matrimonio interracial del que se tiene constancia en Japón. Mitsuko se convirtió al catolicismo y fue una de las primeras japonesas - y mujeres del mundo entero- en casarse con un vestido blanco color hueso.
Cuando falleció el padre de Heinrich no le nombró su heredero a causa de esta boda y el anuncio de pretender quedarse en Japón, sino al primogénito de este, su nieto mayor. El matrimonio Coudenhove- Kalergi se instaló en Viena. Tuvieron cinco hijos más.
Mitsuko estudió asignaturas como historia, geografía, literatura, filosofía, inglés, francés y alemán, así como contabilidad y derecho para poder llevar las cuenta de las propiedades de los Kalergi, en expecial la propiedad del castillo de Povezodice, en la República Checa. Heinrich murió en 1906.
En 1923, el segundo de los hijos del matrimonio, Richard, publicó un panfleto llamado PANEUROPA, que representa la fundación de la Unión Internacional Panaeuropea. Tras la Primera Guerra Mundial y sus horrores (1914-1918), su tesis principal era que Europa solo evitaría una segunda conflagración si abandonaba sus diferencias y se unía para formar una confederación de naciones
Personalidades de la política como Aristide Briand (1874-1965) -considerado también como uno de los pioneros de la unión de Europa, así como Neville Chamberlain (1869-1940), Winston Churchill (1874-1965) y un joven Benito Mussolini (1883.1945), se mostraron de acuerdo con esta tesis.
Intelestuales como Paul Valéry, Thomas Mann, Rainer María Rilke aplaudieron esta tesis.
Pero la alta burguesía europea veía el ascendiente de un cabo de Bohemia de mediana edad y retórica afilada como el único que podía unir Europa tras un objetivo común. Este hombre era Adolf Hitler y sus ideas era opuestas a las de Richard Kalergi.
Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Richard defendió la existencia de una moneda común extracomunitaria para que Europa recuperara su papel en los juegos geopolíticos de la posguerra europea.
Se considera a Richard Kalergi el padre espiritual de la Comunidad Europea mientras Mitsuko fue su madre. También se considera la fundadora a Ida Friederike Görres (1901-1971), una escritora católica.
Si el padre de Mitsuko se había opuesto a la boda de su hija con el conde Kalergi, esta se opuso al enlace de Richard con Ida, porque actuaba en los escenarios como actriz, algo que los japoneses habían relacionado durante siglos como una forma de prostitución encubierta.
Ida Rolland fue cofundadora con su hijo de la Unión panaeuropea y tuvo una gran influencia en los movimientos por una Europa unida y libre.
Mitsuko y su hijo se reconciliaron pero esta jamás regresó a Japón y falleció en 1941. Está enterrada en el cementerio de Hietzing, en Viena.
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