Turquía deseaba en 2008 incorporarse a la Unión Europea, cosa que todavía no ha conseguido en 2024. Bruselas le exigía reformar la ley de injurias contra el Estado, que permitía al Gobierno encarcelar a periodistas por hacer sátiras de la identidad turca y de las figuras pública. Y se reformó la ley. Ya se puede hacer bromas sobre Erdogan y su gabinete de ministros pero siguen sin poder poner en entredicho a la República. Además, el ministro de Justicia debe pronunciarse sobre cada caso que se dé en adelante.
Traigo aquí algunas de las palabras que salieron caras a sus autores en algún momento de la Historia del periodismo:
BUHHH!!
A mediados de los años 1960 un incauto se creyó que podía abuchear al presidente De Gaulle. Le detuvieron.
UN BOBO.
Dos reporteros comentaron el insulto a un ex ministro del presidente de Zambia en 1994. Detenidos.
POR SUPUESTO QUE A ESO LO LLAMO GENOCIDIO.
Ahora verán que se entiende por insultar la identidad turca. En una entrevista para Reuters, el periodista Hrandt Dink define así la matanza de 1,5 millones de armenios por en ejército turco durante la Primera Guerra Mundial. Dink fue asesinado por oprobio a la identidad turca.
IMPLICADO EN NARCOTRÁFICO.
Esta perla sucedió en España. Un diario relacionaba al rey de Marruecos durante 1995, Hassan II, con un camión de la Corona que transportaba cinco toneladas de hachís. Una ley de 1966 permitía al rey de Marruecos querellarse por su honor.
Tres tribunales de Justicia españoles dictaron sentencia a favor de Hassan II.
UNIVERSIDAD DEL TERRORISMO
Esta expresión fue utilizada en un blog de Internet por el estudiante Abdeel Kareem Soliman. Le cayeron cuatro años de prisión por insultar a su facultad, al Islam y a Mubarak, presidente de Egipto en 2006.
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