La parada cardíaca implica que el corazón deja de latir, y con ello la sangre deja de llevar importantes nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de las células. Si esto persiste, la persona muere en pocos minutos. Si sabemos cómo actuar, podemos actuar daños a órganos, secuelas cerebrales o la muerte.
Ante una parada cardíaca la persona pierde la consciencia, se desmaya. Puede ocurrir sin previo aviso, aunque en ocasiones el paciente puede sentir n dolor agudo en el pecho por una alteración en el ritmo cardíaco o un infarto. Dale cachetitos en la cara o sacúdelo suavemente mientras le hablas. Acerca tu oído su boca y comprueba que está respirando. Mira el vientre. Si sube o baja es que respira.
Si no responde a tus preguntas ni notas su respiración, hay que actuar de inmediato. Llama al servicio de emergencias, indica dónde te encuentras y la situación de emergencia en qué estás involucrado. Deja el teléfono en manos libres si estás solos.
El personal de los servicios de emergencia pueden guiarte telefónicamente si no sabes qué hacer o se presentan comunicaciones.
Deja a la persona en el suelo boca arriba. Aflójale la ropa, deja el torso al descubierto y toca el esternón, un hueso plano en el centro del pacho donde confluyen las costillas con forma de corbata corta.
Arrodíllate a su lado y busca el extremo inferior del esternón. Se llama apéndice xifoides. Coloca las manos una encima de otra y aprieta con la parte inferior de las manos para hacer más presión sobre el diafragma con los dedos levantados. Los brazos deben estar rectos para ejercer mayor presión y la parte inferior de las manos no debe moverse del apéndice xifoides.
Aprieta con fuerza hacia abajo al manos 5 cm y volveran estado original en unas comprensiones rítmicas al ritmo de la canción Bob Esponja. Si no te la sabes puedes contar del 1001 al1005 una y otra vez. El ritmo debe ser constante.
Si no consigues una comprensión en el pecho de 5 centímetros, puedes usar la inercia de tu cuerpo para aumentar la fuerza y la presión. Balancéate hacia delante y mantén los brazos rectos y la parte inferior de las manos a la altura de las muñecas sobre el apéndice xifoides del centro del pecho.
Hazlo lo más rápido que puedas, sigue un ritmo para no perder el compás y no pares hasta que lleguen los paramédicos o si finalmente responde y recupera el conocimiento. Quédate con el paciente hasta que llegue la ayuda.
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