viernes, 23 de enero de 2009

Seabiscuit


Acabo de ver la película "Seabiscuit", una historia de superación personal, que nos lleva direstamente a los hipódromos de los Estados Unidos durante la Gran Depresión. Cuenta la historia del caballo de carreras Seabiscuit y de su jockey Johnie "Red" Pollard (interpretado por Tobie Mc Guire).

Pollard era el hijo de un fabricante de ladrillos en quiebra. Había aprendido a montar a caballo antes del "Crack", lo que le permitió ganarse la vida en el competitivo mundo de las carreras de caballos, donde en ocasiones el único modo de cobrar era ganando las competiciones. Carecía de bisión bifocal y era demasiado alto para la estatura ideal para esta profesión.

¿Qué podemos decir del caballo? Había ganado nueve carreras cuando Pollard se hizo cargo de su montura. No podía enderezarse por completo y era de baja alzada. Un mozo de cuadras llegó a decir que no veía nada en él que justificase la avena de una cuadra de primera categoría.

Durante la Gran Depresión, el público se entretenía con deportes como el beisbol, el boxeo, y, por supuesto, las carreras de caballos. En 1938 se radió a todo el país el duelo entre War Admiral y Seabiscuit. W. A. era el último ganador de la Triple Corona. Pero perdió frente a Seabiscuit por cuatro cabezas.

Pollard se había roto la clavícula montando otro caballo para otro patrocinador, por lo que en esta histórica carrera el jockey era George Woolf. Volvería a montar una yegua llamada California Santa Anita en 1940.

La historia de Seabiscuit nos habla de la voluntad de volver a levantarnos, de creer en lo que sí podemos hacer frente a las adversidades de la vida. Por eso recomiendo encarecidamente este filme.

El trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=MvHiMXZac5A

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