domingo, 15 de febrero de 2015

RED ARMY, de Gabe Polsky.

El 26 de febrero el Social Antzokia ofrecerá en su sección de cineclub este documental en versión original. Muestra las victorias del combinado de hockey sobre hielo del Ejército Rojo durante las décadas 1970 y 1980 por medio de la experiencia concreta del capitán del equipo y actual parlamentario Slava Fetisov.
El HC CSKA (Club Central de Deportes del Ejército) de Moscú es el equipo que mas torneos y más Copas de Europa ha ganado durante los años de decadencia del comnismo soviético. Desgraciadamente para sus jugadores, vivían en medio de un régimen espartano donde los oficiales y los entrenadores los formaban con mano dura y totalmente privados de libertad. Precisamente fue Fetisov el jugador que plantó cara a este sistema, pese a las amenazas de que si jugaba en un equipo del bloque capitalista su familia pagaría las consecuencias o sería enviado a un campo de trabajo en Siberia. Fetisov fue el primer jugador ruso que jugó en la NHL, antes de iniciar su carrera política con Putin.
En el lado positivo de todo esto, los entrenadores soviéticos de los 70 y los 80 eran los más creativos de su época. El patinador jugaba para el équipo. No había estrellas ni individualismo alguno, frente a lo que pasaba en los equipos universitarios estadounidenses. El entrenador visionario y despótico  Anatoly Tarasov usaba ejercicios circenses, de ballet, estrategias de ajedrez, etc, para motivar a sus atletas. "Vivíamos una experiencia espiritual, todos estábamos en perfecta sintonía, nos sentíamos los unos a los otros en nuestras células", reconoce con una sonrisa de nolstalgía Slava Fetisov.
Los entrenamientos feroces y la disciplina espartana de Tarasov llevaron al Comité de Deportes del Partido a sustituirlo por Viktor Thikonov - fallecido en noviembre de 2014-. Thikonov convirtió al HC CSKA de Moscú en el mejor equipo de su tiempo, pese a que ningún jugador de los que pasaron por sus manos lo recuerdan precisamente con cariño.

Palabras de Gabe Polsky:

"Nací y crecí en los Estados Unidos, pero soy hijo de inmigrantes soviéticos que rara vez hablaban de su pasado. Así que mis recuerdos del HC CSKA de Moscú más antiguos proceden de 1980, la única vez que fueron derrotados en el hielo por un equipo del bloque capitalista. Fue en Lake Placid. Lo solíamos llamar el Milagro del Hielo.
En recuerdo de mi papel como antiguo jugador de hockey de instituto, conseguí material sobre los equipos militares de atletas del bloque soviético en la Universidad de Yale. Ví las diferencias entre los que hacían los dos bloques. En Estados Unidos los entrenadores se centraban en los jugadores que más tantos marcaban.
A los 13 años cambié a un equipo de Chicago que contrató a un ex entrenador soviético. Sus metodos de formacion eran rigurosos y poco comunes: caminábamos sobre nuestras manos, patinábamos con un compañero sobre la espalda y tirábamos de neumáticos. Los demás técnicos y profesores lo consideraban un chiflado excéntrico.Pero ese entrenador nos enseñó a ser creativos y jugar para el equipo.
En Yale aprendí sobre el papel que los deportistas de élite tenían en los países del bloque soviético. Los atletas debían demostrar las ventajas y la superioridad del sistema comunista. Los métodos económicos empleados para lograrlo fueron ingentes. El hecho de que muchos de los atletas fueran soldados y vivieran en condiciones espartanas, no solo es un reflejo de ese régimen, sino también de la ancestral mentalidad rusa."

PARA VER:
Trailer de este documental en versión original.

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