lunes, 26 de octubre de 2015

Nelly Rivas, la amante adolescente del presidente Perón.

Fue amor a primera vista. La muchacha estaba en un cóctel en la residencia presidencial con unas amigas de su edad. Nelly tenía 14 años y era hija de una portera y de un empleado de fábrica; Juan Domingo Perón estaba viudo de Evita  y era presidente de la República Argentina. El hombre vestía pantalones de montar blancos - en Argentina los llaman briches - y botas. A Nelly, que, por supuesto, no tenia demasiada experiencia con los hombres, y era impresionable, Juan Domingo le pareció más varonil que en las fotografías oficiales.
Los padres no pudieron apartarla de él, y cuando el peronismo se fue a pique, toda la familia pagó las consecuencias. La muchacha fue encerrada en un asilo para menores delincuentes, y sus padres encarcelados bajo la acusación de proxenetismo. Como si pudieran haber tenido la ocasión de decir que no a nada. Con el poder no se jugaba.
Juan Ovidio Zavala fue el abogado que representó a los Rivas en una farsa judicial amañada para que la perdieran y acaba de publicar el libro AMOR Y VIOLENCIA. LA VERDADERA HISORIA DE PERÓN Y NELLY RIVAS (Planeta Argentina).
Nelly formaba parte de la Unión de Estudiantes Secundarios, un club deportivo de muchachas adolescentes reclutado para entretener al presidente Perón y sus amigos. El lujo de la Casa Rosada y los modales de los invitados masculinos a los cócteles "Alimentaba nuestro romanticismo y nuestras agitaciones corporales", según aclararía más tarde la propia Nelly. Las chicas circulaban por los jardines de la Casa Rosada en ciclomotor, almorzaban con Perón, y le pedían cosas para sus familias. Nelly consiguió para sus padres una vivienda social.
Tras un encuentro a solas, un coche oficial recogió a Nelly de la portería de sus padres en Chacabuco. Perón la encomendó el cuidado de sus perros: Monito y Tinolita. El 15 de enero de 1954, como los perros estaban enfermos, se ordenó a la muchacha quedarse a cuidarlos en la Casa Rosada. "No me sacaron nunca más. Una de las habitaciones que nadie usaba y que había sido de Evita terminó siendo donde me acomodaron".
La muchacha pasaba las horas jugando con los perros del general y abandonó los estudios. Soñaba con perder la virginidad con Juan Domingo Perón. La cuarta noche de su estancia en Casa Rosada se instaló en el dormitorio del general.
La muchacha empezó a hacer el papel de primera dama de la Argentina en el Festival Cinematográfico Internacional Mar del Plata. "Entre gente importantísima de todo el mundo, me porté como una dama, y él me lo dijo", recuerda Nelly. Empezó a asistir a almuerzos de Estado. "Yo nunca intervenía en una conversación sobre política, y hablaba cuando él o alguna de las personas mayores me daba pie".
Su sueño de princesita de la Argentina terminó el 16 de junio de 1955, cuando una escuadrilla aeronaval bombardeó la sede presidencial. "Ándate ya mismo a tu casa. Llévate a los perros. Nos vemos pronto", le dijo Juan Domingo Perón antes de refugiarse en la embajada de Paraguay. Al día siguiente llegó a la portería de los Rivas un paquete con 400.000 pesos pero pronto comenzó la pesadilla.
Desde la fragata Paraguay, Perón le envió a Nelly dos cartas. "Nenita querida" encabeza. "Con lo que te dejé, podrás vivir un tiempo. En cuanto llegue (a Paraguay) te mandaré a buscar y asi los dos haremos una vida tranquila donde sea", promete. Minutos después de leer las misivas, hombres uniformados derriban la puerta de la casa de los Rivas para arrestar a Nelly. "Así que vos sos la putita", le grita uno de ellos. El padre de Nelly recibe una paliza. Se llevan como pruebas las cartas de Perón, los 400.000 pesos y las joyas de Evita regaladas a la muchacha por el presidente caído en desgracia.
Nelly es utilizada como cebo para que los paraguayos extraditen al general y juzgarlo de este modo por corrupción de menores. Y a ella la internan en un asilo para menores delincuentes. El proceso judicial dura 10 años, hasta que los hechos prescriben, en 1965. Nelly se casó con un hombre decente y tuvo dos hijos. No hacía mucha vida social debido a lo dañada que estaba su reputación y al mal estado de salud.
Nelly vio a Juan Domingo, el causante de sus desgracias, por ultima vez el 12 de octubre de 1973. Estaba casado con María Estela Martínez y asumía por tercera vez la Presidencia de la República Argentina. Perón le preguntó si necesitaba algo "porque comprendés que esta es la última vez que nos vemos". Nelly murió en 2012 en la miseria. No logró ser otra Evita.

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