viernes, 21 de julio de 2017

Eugenia de Montijo.

Eugenia de Montijo, mujer excepcional, emperatriz de Francia durante el difícil reinado de Carlos Luís, sobrino de Napoleón.

Eugenia de Montijo nació en Granada en 1826, durante el reinado de Fernando VII. La mitad de su vida la pasa como esposa de Napoleón III, esposa entregada, filántropa y luz de todos los salones sociales de la aristocracia francesa. La otra mitad, la pasó como viuda, exiliada en Inglaterra, viendo caer a su hijo Luís Napoleón, el último varón de la estirpe bonapartista, en una emboscada de los guerreros zulúes.
En 1850 es cuando conoce, a los 24 años, al joven Carlos Luís, presidente de la República Francesa. Se encuentran en dos balcones diferentes. Entre ellos, hay otro balcón vacío, perteneciente a una capilla. "¿Cómo podría llegar hasta usted, señorita Eugenia?", preguntó galante Carlos Luís. "A través de la capilla", contesto la muchacha. Y fue tras dos años de cortejo que se casaron en Notre Dame.
Entre tanto Carlos Luís había disuelto la República y se había convertido en Napoleón III. Esto duró hasta 1870 cuando las tropas francesas son derrotadas por los prusianos en Sedán y los disturbios de la Comuna de París cuestan en un par de meses más vidas que la Revolución Francesa de 1789. Napoleón III muere en 1873.

Sobre la labor filantrópica de Eugenia de Montijo podemos decir que destinó el regalo de bodas del Ayuntamiento de París de 600.000 francos a una obra benéfico. Abrió un banco crediticio para los pequeños empresarios, fndó un orfanato y el asilo de Vicennes, centralizó bajo su jurisdicción las instituciones dedicadas a la infancia y transformó las cárceles infantiles en escuelas agricolas donde se transformaba a los raterillos en braceros. También medió ante los políticos y su marido Carlos Luís Bonaparte para que se indultase a unos 3.000 presos de conciencia de los disturbios de 1848.

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