Esta serie de televisión de 10 capítulos nos lleva al Nueva York de 1896. Laszlo Kreizler (Daniel Brühl) es un alienista, es decir un psiquiatra, que dirige una institución de educación infantil para niños problemáticos. Su vida es relativamente tranquila hasta que su amigo, el jefe de Policía y futuro presidente de los Estados Unidos Theodore Rooselvelt, pide su ayuda.
Están apareciendo muchachos prostitutos adolescentes horriblemente mutilados cerca de puntos con agua y altos en toda la ciudad. El ambiente está a punto de explotar. Oleadas de inmigrantes llegan a Ellis Island todas las semanas y no encuentran por ningún lado la Tierra Prometida que se supone que es América. Las bandas organizadas están empezando a hacerse con el control de lugares como Five Points, un barrio irrecuperable de Nueva York. La policía, dominada por los emigrantes irlandeses, es corrupta. Y ahora para rematarlo, esto.
Por suerte, Kreizler podrá trazar un perfil de un sádico asesino en serie procedente del Oeste y experto en escalada con la ayuda de Sarah Howard (Dakota Fanning), una secretaria de Teddy Rooselvelt; de John Schuyler Moore, un periodista de sucesos; de sus criados, el adolescente Stevie el Porras y el cochero negro Cyrus; y de los médicos forenses judíos y hermanos gemelos, los Isaacson.
Juntos se sumergirán en unos ambientes donde el lujo de las mansiones de los Rockefeller o los J.P. Morgan se mezcla con el hedor de los callejones de Five Points y los perfumes baratos de los muchachos travestidos. Hay que darse prisa, porque parece que el asesino sigue un calendario religioso e imita unas mutilaciones de los indios lakota de forma descontextualizada. Pero incluso el gangster irlandés Kelly parece tener interés en que su guardaespaldas, el matón Comételos Mc Manus, ayude a triunfar a Kreizler en su modesta cruzada contra esa forma de mal que llamamos asesinato en serie.
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