jueves, 2 de agosto de 2018

Un botánico nazi contra el imperio de las drogas.

En 1991, un científico nazi - antiguo miembro de las S.S.- fue asesinado en su casa de campo de Argentina. ¿Por qué? Nuevas revelaciones de un caso que dio la vuelta al mundo.

Habían torturado a ese anciano a base de bien. Su cadáver estaba tirado bocabajo en el suelo de su casa de campo, medio axfisiado, con la boca y la nariz taponadas con cista aislante. Y estaba atado de pies y manos. Era el 17 de diciembre de 1991, un calurioso día del verano austral.

Al lado del cadáver había una grabadora de cassetes pero estaba vacía. Los investIgadores de la Policía trabajaron sobre la base de un posible robo, pero no faltaba nada de la mansión. Se detuvo a un sospechoso, un jornalero uruguayo, pero tenía coartada. El caso fue archivado.

La víctima se hacía llamar don Enrique en el pueblo argentino de Ugarteche, en la provincia de Mendoza, que había elegido para su retiro. Tenia 76 años. Don Enrique vivía recluído en una finca que respondía al nombre de Cóndor Huasi, aunque el blasón de la puerta no representaba ni mucho menos a un cóndor sino al águila Imperial del Tercer Reich. Don Enrique resultó ser el biologo alemán Heinz Brücher, el mayor "biopirata" de la Segunda Guerra Mundial.

Brücher había saqueado los bancos de germoplasma de la Unión Soviética en su intento de crear super plantas, capaces de sobrevivir a cualquier plaga y de crecer en cualquier clima y terreno.

Don Enrique había confesado a sus vecinos que temía una muerte violenta. Enemigos no le faltaban según él. En primer lugar, los rusos. Pero el genetista Nikolai Davilov había sido muerto de hambre en un gulag urante una purga stalinista. Los israelíes ya habían demostrado con el secuestro de Eichmann que podían actuar contra los nazis en suelo argentino. Pero Tel Aviv aseguró que el Mossad no tenía nada que ver con lo sucedido. La tercera hipótesis es una muerte ordenada por Pablo Escobar, ya que Brücher fardaba de estar fabricando una plaga vegetal que acabaría con las existencias de la planta de coca.

Brücher tenía un carné del Partido Nazi y era miembro de las S.S., concretamente de la Annerherbe - en alemán, "herencia ancestral", una organización científica dirigida por Heinrich Himmler que estudiaba los supuestos beneficios de la eugenesia, que Brücher aplicó al reino vegetal.

En 1941 los nazis invaden Rusia. Brücher empieza su guerra particular, visitando los centros de germoplasma acargo de Nikolai Davilov y levándose las semillas que le interesaban de Ucrania y Bielorrusia. Las semillas y las muestras de tejidos eran enviadas al castillo de Cunnach, en Graz (Austria). Allí Brücher dirige el Instituto para la Genética Vegetal. El objetivo es conseguir que Alemania sea un país autárquico que no tenga la necesidad de relacionarse con otros países ni siquiera para importar alimentos. Cuando las tropas alemanas empiezan a retroceder, Heinrich Himler da orden de destruirlo todo para que los cuadernos de campo con los resultados de las investigaciones caigan en manos de los aliados. Brücher conserva algunas semillas, injertos y cuadernos de campo.

Al terminar la guerra, Brücher permanecerá dos años escondido en su ciudad natal, Darmstadt. Los americanos le presionan para que trabaje para ellos, pero Brücher huye A Suecia, donde se casa con Ollie Berglund, una joven bióloga. La pareja se traslada a Argentina, con sus dos hijos.

Hasta 1971, año en que su esposa y su hijo mayor mueren en un accidente de carretera, Brücher enseña bajo nombre falso en Universidades de Venezuela y Argentina. Publica muchos artículos científicos sobre botánica y agronomía, pero en 1989 se atreve a publicar un texto didáctico en inglés con su verdadero nombre. Eso probablemente puso a los asesinos tras su pista.

El texto en cuestión hablaba de plantas tropicales y de la posibilidad de erradicar los cultivos de coca con un potente hongo. La DEA estaba interesada en que Brücher trabajase para ellos, pero también Escobar estaba interesado en matarle.

Los vecinos de Ugarteche hablan de dos bolivianos que llegaron a Ugarteche, alquilaron una furgoneta, se dejaron ver consultando mapas, y abandonaron la población poco después. No se sabe más de ellos. Ni si quiera si tienen que ver con el asunto que nos ocupa.

Pocos días antes de su muerte, uno de sus jornaleros, Cabrera, recibió una jeringa con un líquido especial, que en teoría contenía el hongo modificado. Debía volar a Bolivia e infectar con él 100 hectáreas de coca. Diez días antes de su partida, apareció don Enrique muerto, y Cabrera destruyó el líquido.

Miguel Asensio, el siguiente propietario de Cóndor Huasi, encontró gran cantidad de libros de notas y propaganda nazi en el despacho de Brücher. También una misteriosa bolsa con un polvo blanco. Por eso de que hay que curarse en salud, y es mejor no saber demasiado, lo quemó todo. Nunca sabremos qué pasó aquella noche del verano austral en Cóndor Huasi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El caso Goldman.

  https://www.youtube.com/watch?v=SaR1rGPEE-o En 1969 hace poco más de un año que la utopía libertaria ha muerto tras el fracaso de las aspi...