En Silicon Valley, cada vez más los científicos y programadores informáticos confirman que tienen rasgos de personalidad Asperger. Los últimos estudios apuntan a que viven este síndrome como potenciales genios por su capacidad para la concentración y atención al detalle.
En 2003, el profesor Simon Baron-Cohen y su equipo de la Universidad de Cambridge publicaron en test AQ, que mide el espectro autista. El test no sirve para diagnisticarlo - eso solo se consigue tras varias entrevistas con el psicólogo y el afectado, sino "rasgos de personalidad" que todos tenemos en mayor o menor medida. Pero aunque ahora el estigma para los que tenemos Asperger sea menor, no ayuda que en las relaciones de sociedad en torno a unas cervezas se apunte que este o aquel tienen "Asperger", por su comportamiento excéntrico o por su total dedicación, descuidando otras cosas fundamentales, a la informática o la ciencia.
Se ha dicho que Lionel Messi tiene Asperger - lo cual puede ser cierto o no-. Ni lo sé ni me importa. Le cuesta comunicarse - cuentan- pero con un balón en los pies, dentro del área sabe cómo burlar la defensa más cerrada del equipo contrario. Parece feliz y no ha dejado de trabajar un solo día por desajustes emocionales. Tiene rasgos del espectro autista, lo que no quiere decir que sea Asperger. Lo mismo pasa con Barack Obama. Corre el rumor de que se trata de uno de los nuestros porque no fija la vista en su interlocutor. Es un rasgo del espectro autista, pero no es un Asperger necesariamente. Ha dirigido una superpotencia geopolítica sin desatender a sus hijas, Malia y Shasha, y su matrimonio con Michelle es feliz.
El problema de esta salida del armario masiva por parte de los Asperger es que el "nerd" que se pasa todos los días trabajando en cosas tecnológicas y solo lo deja para jugar con unos escasos amigos a Dragones y Mazmorras se ha vuelto el rey. La gente acepta su diferencia porque ven una ventaja social en ella.
La dostora Rosalind Begermann es consejera delegada del Consultorio Globalite Management Service- y Asperger ella misma- dice. "Me llaman cada vez más padres que han notado cosas fuera de lo corriente en sus hijos y quieren que hagan el Test AQ para permitirles desarrollarse a un nivel superior al de los demás. El Asperger es una enfermedad que a menudo causa más problemas que las satisfacciones que proporciona. Nadie debería asignarle a nadie una enfermedad mental estigmatizante porque crea que va a encontrar mejores colegios o mejores promociones laborales para sus hijos".
La histeria por ser Asperger se desató después de que la revista Wired publicara el test AQ en 2001. "Me llamaban todos los días los altos ejecutivos de las empresas tecnológicas. Querían pasar las pruebas. Yo le dije a mi asistente telefonista que dejara de pasarme las llamadas de las secretarias de nadie. Si el tipo ha conseguido tener secretaria es que no es Asperger".
"Un buen diagnóstico del Asperger es necesario. Podemos salvar muchos matrimonios. Muchos Asperger verdaderos creen que sus esposas los abandonarán si descubren que son autistas de alto rendimiento. Pero lo cierto es que si no eres Asperger es cuando perderás la compañera sentimental. Porque ciertas cosas no tendrían explicación, y la convivencia con los Asperger siempre es difícil".
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