Copiamos lo peor de los demás países. Lo último es la moda de clavar jeringuillas con extasis y GHB en las discotecas a chicas desprevenidas. Se ha hecho tantas veces que se ha creado una psicosis en las chicas, que creen que los lugares de ocio ya no son para ellas y que quieren expulsarlas del ocio nocturno.
Los practicantes del spiking ( en inglés, clavar) se cuelan entre las grandes multitudes, pinchan con la jeringa durante dos segundos para que la Policía y los vigilantes de las discotecas no tengan tiempo para frustrar sus aviesas intenciones, y se baraja la idea de que para implantar el temor a los espacios públicos se estén usando punzones y puntas de bolígrafos.
Chicas; la señal de que os han "pinchado" es notar escozor o picor fuerte en el brazo, muslo o zona afectada. Y los primeros síntomas de la sumisión química pueden ser somnolencia, mareos, vómitos, amnesia y desorientación.
Aunque los análisis toxicológicos hechos por los servicios de Urgencias han dado negativo en drogas, es que sea lo que sea que te inyecten, desaparece del plasma sanguíneo a las pocas horas. Solo a una niña de 13 años se le intectó GHB o extasis líquido.
Si notas un pinchazo comunicáselo a las personas con las que estés o al personal de la discoteca o espacio público y coméntales los sintomas que sientas. Evita quedarte sola en el local.
Dirígete a un centro médico lo más rápido que puedas. De esta manera será más fácil detectar mediante un éxamen toxicológico lo que te hayan podido inyectar. El personal sanitario de guardia, además, te aplicará un tratamiento contra el VIH por si las agujas de múltiple uso te han contagiado una enfermedad de transmisión sanguínea.
Llama al 112 antes de hacer nada y plantéate poner sobre acviso a la Policía para que los agentes puedan ponerse a investigar. A ver si por una vez cogemos a alguien para poder hacer un escarmiento ejemplar.
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