Esta producción francesa nos lleva a los prolegómenos de la batalla de Verdún (1916), de la mano de unos protagonistas que no suelen aparecer en los filmes bélicos de este periodo: las tropas coloniales francesas, en concreto, los escaramuzadores senegaleses.
Thierno es reclutado por la fuerza a los 17 años en su aldea de Senegal por unos oficiales franceses blancos hambrientos de carne humana para la picadora de carne en que se ha convertido el Frente Occidental. Su padre, Bakary, se alista con él para protegerle de los horrores de la guerra y traerle de regreso al hogar en cuanto se presente una vaga oportunidad.
La mayoría de los escaramuzadores - los trailleurs senegaileses- no hablaban ni una palabra de francés, ni siquiera entendían lo que decía el compañero en el fragor del combate si procedía de otra zona de Senegal y hablaba otro dialecto. Cobraban el sueldo más bajo del ejército francés, comían las peores raciones y se robaban el equipo y la paga - de entre 20 y 70 francos de la época- entre ellos.
Lo malo de Thierno es que es uno de los pocos reclutas que sí pueden comprender a los franceses por lo que pronto se ver convertido en suboficial con mando directo sobre su padre. Descubre la ambición y resulta ser un buen soldado mientras la suerte le sonría, que no es mucho tiempo en Verdún. Todavía se cree las mentiras de los oficiales franceses de que si matan muchos soldados alemanes y sobreviven a la guerra se convertirán en ciudadanos de Francia. El drama está servido, y Bakary no podrá proteger a su hijo de él.
Nota histórica:
Un fusilero senegalés estuvo a punto de ser el Soldado Desconocido francés. En 1920 se buscaba que los familiares que no supieran dónde estaban los cuerpos de sus seres queridos tuviesen un lugar y un ceremonial dónde llorarles así que se exhumó un cuerpo, que resultó ser el del senegalés. Como no era lo bastante francés, lo inhumarron de nuevo, y no pararon hasta conseguir un cadáver aceptable de poilú blanco, con su bigotito y todo.
Lo senegaleses volverían a ser reclutados a la fuerza para luchar en el ejército de De Gaulle y en Indochina. Suficientemente buenos para morir por Francia pero no lo bastante como para ser correctamente retribuidos como franceses. Y luego Francia se queja de problemas con sus territorios descolonizados.
Para ver:

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