Nacidos hace mas de 100 años para acabar con la guerra de trincheras, hoy son la gran esperanza ucraniana para romper el frente y recuperar los territorios ocupados por la Rusia de Putin. Del Mark I al Leopard 2. Esta es la historia del tanque, rey del campo de batalla.
15 de septiembre de 1916. Frente del Somne, en el sector de Fleurs- Courcelette. Los pitos de los oficiales suenan y los hombres corren por la tierra de nadie, encomendandose a un Dios en el que ya no creen mientras esperan volver de una pieza al punto de donde salieron. Por lo demás parece un día normal. Hasta que un oficial alemán los ve: "Allí, escupiendo fuego, unos monstruos de otro mundo".
Las moles de acero pesan 31 toneladas y son torpones y poco maniobrables, muy proclives a laas averías. De hecho, en su debut, muy pocos tanques volvieron a la retaguardia y muy pocos tanquistas sobrevivieron. El éxito definitivo llegó en 1918 durante la batalla de Amiens, cuando los tanques aliados se adentraron casi 20 kilómetros tras las líneas de las Potencias Centrales.
La Primera Guerra Mundial viene determinada para el soldado de infantería de cualquiera de los dos bandos por factores que hacen imposible ganar con los métodos y las tácticas tradicionales.: las ametralladoras y el alambra de espino. Hacía falta tecnología que permitiera cruzar la tierra de nedia a toda velocidad, arrasar con las barricadas de alambre de espino y superar las hondonadas rudimentarias que eran las trincheras.
Ernest Swinton es un oficial de ingenieros británico, quien pretende aplicar las orugas de los vehículos de los campesinos para arrastrar piezas de artillería en medio de caminos impracticables y caminos embarrados. Los sucesivos prototipos desembocan en un vehículo romboidal, impulsado por orugas que eran por sí mismo una fuerza de artillería móvil. Los planos eran tan secreto que se dijo a los "tommies" ingleses que lo que veían ir y venir por los caminos del frente occidental eran "tanques" de agua.
Los tanques y los aviones precipitaron el fin del estancamiento de la Primera Guerra Mundial. Mientras que los británicos son los padres del Mark I) - por cierto Indiana Jones pelea en INDIANA JONES Y LA ÚLTUMA CRUZADA sobre uno-, los franceses crearon el primer modelo de configuración moderna, el Renault FT-17. Los alemanes apenas crearon una veintena de estos vehículos para su ejército.
Pero fueron los alemanes los que se fijaron que los tanques servían para algo más que para proteger el avance de la infantería, sino que eran vitales en la guerra de movimientos. Crearon tácticas para los tanques, que empezaron a actuar en grupo, apoyados por la radio, la infantería motorizada y los aviones. Había nacido el concepto de guerra relámpago.
Los alemanes lucharon en la Segunda Guerra Mundial a bordo de los tanques más famosos, camo el Panzer IV, el Tiger, o el Panther. Pero el que ganó la guerra el Europa fue un carro de combate soviético: el T-34, con las orugas más anchas, lo que le daba más suspensión por los caminos embarrados e inestables para los vehículos motorizados del frente ruso. Las fábricas soviéticas fabricaron 57.000 unidades.
Durante la Guerra Fría se introdujeron mejoras técnicas en los motores, la suspensión, control de disparo y estabilidad del cañón. También es la época del debate entre los técnico sobre si priorizar la fabricación de tanques medios o pesados, que se resolvió con la baza del "Main Battle Tank" o "carro de combate principal".
Los tanques tuvieron un papel importante en los conflictos entre árabes e israelíes en los años 1960 pero perdieron protagonismo frente a los helicópteros de combate en las guerras de Afganistán y del Golfo de 1990.
El M-1 Abrams estadounidense, el Challenger-2 británico y el Leopard 2 alemán son los carros de combate que están usando los ucranianos para vencer el poderío tecnológico de los carros de combate de la Federación rusa. Alemania ha entregado a los ucranianos 100 Leopard-1 con un blindaje más débil que el del Leopard-2. Este ataca objetivos fijos y móviles, alcanza los 60 kilómetros por hora, vadea aguas de hasta 4 metros y pesa 60 toneladas. De fabricación alemana, ningún país puede venderlos a un tercero sin su autorización.
Hay 2000 Leopard en los hangares militares de Europa, por lo que hay combustible, técnicos, instructores de combate y repuestos de sobra. Los Leopard 2 son fáciles de mantener. Con la llegada de este material bélico se están dejando atrás las obsoletas tácticas de la época soviética y Ucrania puede estar a la altura de los mejores ejércitos de la OTAN.


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