lunes, 3 de noviembre de 2025

Anton Mussert, el líder nazi de los Países Bajos.


 Anton Adriaan Mussert fue un ingeniero y político neerlandés nacido el 11 de mayo de 1894 en Werkendam, Países Bajos. Estudió ingeniería civil en la Universidad Técnica de Delft, donde se graduó con distinción. Su carrera profesional comenzó en el ámbito de la ingeniería, trabajando para el Departamento de Obras Públicas de Utrecht, donde destacó por su competencia técnica y su firme defensa del nacionalismo neerlandés.

Mussert cobró relevancia política en la década de 1930 al fundar, en 1931 junto con Cornelis van Geelkerken, el Movimiento Nacional Socialista de los Países Bajos (Nationaal-Socialistische Beweging, NSB). Este partido se inspiraba directamente en el fascismo italiano y el nazismo alemán, y defendía la creación de un Estado autoritario, la unidad de todos los pueblos germánicos y la eliminación de las influencias consideradas “no nacionales”, especialmente las judías y marxistas. Aunque al principio el NSB obtuvo cierto apoyo —sobre todo entre sectores conservadores, nacionalistas y parte de la clase media—, nunca logró una base de masas comparable a la de los partidos fascistas en otros países.

Durante la ocupación alemana de los Países Bajos (1940-1945), el NSB se convirtió en el único partido político legal. Mussert intentó presentarse como el líder legítimo de una “Gran Holanda” dentro del nuevo orden nazi, pero los propios alemanes nunca le otorgaron un verdadero poder político. Aunque fue designado “Líder del Pueblo Neerlandés” (Leider van het Nederlandse Volk) en 1942, su papel fue más simbólico que real, pues la autoridad efectiva la ejercían los ocupantes alemanes y el Reichskommissar Arthur Seyss-Inquart.

Uno de los episodios más conocidos de la época fue el llamado “Martes Loco” (Dolle Dinsdag), ocurrido el 5 de septiembre de 1944. Ese día se extendió el rumor de que las tropas aliadas ya habían liberado gran parte del país y estaban a punto de llegar a La Haya. La noticia provocó un caos general: miles de colaboradores y simpatizantes del régimen nazi, incluidos muchos miembros del NSB, entraron en pánico. Algunos huyeron hacia Alemania, abandonando sus cargos, uniformes y documentos; otros fueron atacados por ciudadanos neerlandeses que veían inminente el fin de la ocupación. Al final, las fuerzas aliadas no entrarían en los Países Bajos hasta varios meses después, pero el episodio marcó el colapso moral y organizativo del NSB.

Tras la liberación en mayo de 1945, los miembros del NSB fueron arrestados en masa. Muchos fueron condenados por colaboración con el enemigo y sufrieron penas de prisión, confiscación de bienes o exclusión social. Anton Mussert fue detenido el 7 de mayo de 1945. Fue sometido a juicio por alta traición y colaboración con el ocupante nazi. Durante el proceso, trató de justificarse alegando que su intención había sido proteger a los Países Bajos dentro del nuevo orden europeo, pero el tribunal consideró sus acciones como una clara traición a la nación.

Mussert fue condenado a muerte y ejecutado por fusilamiento el 7 de mayo de 1946 en La Haya, exactamente un año después de su detención. Su ejecución simbolizó el fin definitivo del movimiento fascista neerlandés y la repulsa social hacia la colaboración con el nazismo.

En resumen, Anton Mussert fue un ingeniero nacionalista que, seducido por las ideologías totalitarias de su tiempo, intentó adaptar el nazismo al contexto neerlandés. Su movimiento, el NSB, tuvo un papel relevante durante la ocupación alemana, pero perdió toda legitimidad y apoyo con el avance aliado y el descrédito del nazismo. El “Martes Loco” representó el hundimiento moral de su causa, y su ejecución cerró el capítulo más oscuro del colaboracionismo en los Países Bajos.

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