Todo lo que no sabía sobre Isabel la Católica y no se atrevía a preguntar.

Un historiador inglés indaga en aspectos poco conocidos de la personalidad de Isabel I de Castilla y reivindica su papel en la Historia de Occidente.

El historiador británico Giles Tremlett acaba de publicar ISABEL LA CATÓLICA. LA PRIMERA GRAN REINA DE EUROPA (Debate). Este especialista opina que al apostar por los proyectos de Colón y lanzarse a explorar lo que hubiera al otro lado del Atlántico, salvó a una Europa indefensa ante la amenaza otomana. Si no se hubiera descubierto América en 1492 presumiblemente todos los europeos nos habríamos convertido al Islam en los siglos XVI y XVII.

Asistió a corridas de toros, aunque ordenó que a los toros se les clavasen cuernos de bueyes para evitar la peligrosidad de los lances en los juegos de cañas y en la lidia de a pie. Odiaba ver morir estupidamente a los toreros.

Fue benevolente con los guanches y los indios taínos. Pero inició la trata de esclavos negros, incluso antes de que los portugueses explotasen los esclavos del Congo para hacer rentables las colonias en el recién descubierto Brasil.

Las mujeres de la casa Trastámara eran muy perfeccionistas. Esta presión autoimpuesta llevó a dios hijas de Isabel I de Castilla a sufrir trastornos alimentarios. La mayor, Isabel, dejó de comer tras quedar viuda del rey Alfonso de Portugal; Catalina, casada con Enrique VIII, rey de Inglaterra, se imponía tales ayunos que el rey de la casa Tudor llego a pedirle al Papa que le pusiese freno.