miércoles, 20 de febrero de 2019

Carmen existió.

Todos hemos escuchado la habanera de la opera de Bizet Carmen. Lo que no sabemos es que la verdadera Carmen fue una patriota liberal, además de gitana y cigarrera de Sevilla, que apoyó en Andalucía el levantamiento de Rafael Riego de 1820.

 La madre de la futura emperatriz de Francia Eugenia de Montijo circulaba en carruaje por Sevilla un día de 1839 cuando presenció un altercado desde la ventanilla. Habían asesinado a una mujer en la Puerta del Príncipe de la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Sin querer acercarse más de lo conveniente, preguntó a un policía acerca de lo sucedido. Fue entonces cuando le contaron que la asesinada era la Carmen de Triana, la famosa liberal. La había matado su marido, el oficial del Ejército José Lizarrabengoa, por un asunto de celos. Corría la voz de que Carmen estaba harta del maltrato psicológico al que José la estaba sometiendo y había empezado a engañarle con el rejoneador Manuel Lucas Blanco. Esa misma tarde, el diestro había tenido la mala ocurrencia de brindarle un toro, estando su marido presente. Los celos patológicos del maltratador entraron en escena, y ya tenemos un libreto para una ópera.

Años más tarde, Eugenia de Montijo le narraría la historia a Próspero de Merimeé. Este exageró la sensualidad de la cigarrera hasta convertirla en su novela en poco menos que una prostituta, y sus ansías de libertad en rebeldía y desdén por las reglas del juego amoroso. Pero lo único cierto es que Carmen era una luchadora tanto en el terreno político, con su defensa de la Constitución de 1812, como en el amoroso.

Para ver:

Paz Vega interpreta de una forma libre a Carmen de Triana en CARMEN, de Vicente Aranda. (2003)

https://www.youtube.com/watch?v=mVWGUlEiqtE 

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