ANGOLA JANGA recrea la historia de un pequeño estado africano, organzado por esclavos fugitivos (cimarrones) en las montañas del nordeste de Brasil, que resistió casi un siglo a los portugueses.
Desde 1597 existen referencias de peqeños grupos de cimarrones en la capitanía general de Pernambuco, pero es a partir de 1630 cuando se puede hablar de un reino gestionado por los esclavos fugitivos en la sierra da Barriga, con capital en Mocambo, con 6.000 habitantes.
Los quilombos eran asentamientos fortificados gestionados por los cimarrones. También eran conocidos en las colonias españoles como palenques. Los hubo en Nueva España y en Perú.
Mocambo, el que nos ocupa, puede traducirse en el idioma enbundu como "madriguera", aunque también era conocido como la Pequeña Angola, por la procedencia de la mayoría de los esclavos que llegaban a las colonias portuguesas durante el siglo XVII.
La novela gráfica ANGOLA JANGA, del dibujante y profesor brasileño Marcelo D` Salete reconstruye la historia del quilombo de Palmares con unas ilustraciones de línea clara así como con textos de historiadores contemporáneos, mapas y una cronología.
Este episodio tan sorprendente no empezó a ser estudiado por los historiadores brasileños hasta el siglo XIX. Los cimarrones que diseñaron un reino gestionado al estilo africano eran una pesadilla para los terrtenientes portugueses, por el mal ejemplo que el éxito de los rebeldes suponían para sus propios esclavos y por los daños económicos producidos durante las incursiones de saqueo de los cimarrones.
Palmares era autosuficiente y se basaba en una economía agrícola, pero los cimarrones también eran esclavistas y empleaban esclavos robados para trabajar para ellos. Los que conseguian la libertad tenían que participar en una incursión y ofrecer un sustituto a su antiguo amo.
Palmares tenía un rey o jefe. Se conoce como tales a Ganga, que llegó a firmar una precaria paz con los terratenientes portugueses, y a su sobrino Zumbi, uno de los grandes protagonistas de la novela gráfica de D´Salete. Según descripciones de la época los mocambos estaban formados por casas de barro y cubierta vegetal. En ellos había una iglesia y una especia de asamblea llamada Casa de la Palabra. Como en Angola el ritual implicaba que los súbditos se arrodillaran ante su rey y batieran la tierra con sus manos, igual que ocurría en los reinos africanos del siglo XVII.
El quilombo de Palmares duró 70 años. En el periodo comprendido entre 1672 y 1694 soportó un ataque de bandeirantes portugueses cada quince meses. La noche del 5 al 6 de febrero de 1694 un ejercito de bandeirantes de Sao Paulo - hombres de frontera y cazadores de recompensas- derrotó a los últimos defensores del quilombo. Los que no murieron fueron esclavizados. Zumbi fue decapitado y su cabeza expuesta en público para evitar la idea de que había escapado y regresaría algún día ara vengarse de los plantadores blancos.
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