viernes, 30 de agosto de 2019

Lo que no sabías del Desembarco de Normandía.

Momentos de locura, deserciones, ataques inútiles e incluso paradas en medio del bombardeo para tomar el té... El prestigioso historiador británico Antony Beevor nos cuenta la batalla de Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. Esta entrada ha sido adaptada de un artículo de XL Semanal.

Hoy solemos decir que la victoria el 6 de junio de 1944 estaba cantada dada la superioridad aérea y naval de los aliados. Un oficial aliado nos las tendría todas consigo en 5 de junio para vaticinar eléxito o el fracaso de la Operación Overlord.

El 4 de junio de 1944 el general Eisenhower se reunió con los mandos aliados en Portsmouth para decidir si confiaban en los pronosticos metereológicos que indicaban una ventana de buen tiempo para el día 6 o no. Por suerte se decantaron por seguir adelante. La alternativa era posponer la invasión dos semanas, con lo que las tropas de desembarco se habrían encontrado con la peor tormenta en el Canal de la Mancha desde 1904. Habría sido necesario abortar el plan y dejarlo para otra ocasión.

Además Winston Churchill estaba de los nervios. Después del fiasco de Gallipolli no le gustaba la idea de un desembarco anfibio en el noreste de Francia. Se lo habían impuesto Stalin y Rooselvelt en la Conferencia de Teherán de 1943. Desde el siglo XVIII la táctica de Gran Bretaña era la guerra periférica, esdecir, valerse de la Royal Navy para desgastar a un adversario superior. La idea de Churchill era avanzar desde Italia hacia Europa Central para evitar que la Unión Soviética sacase réditos geopolíticos.

En el Día D participaron 7.700 barcos y 12.000 aeronaves. Los pilotos de caza contarían posteriormente que el Canal de la Mancha parecía tan lleno de naves que daba la impresión que se podía viajar andando de Gran Bretaña a Francia saltando de la cubierta de una nave a la siguiente.

Se trató de la batalla más multinacional de la guerra. Además de los soldados británicos y estadounidenses, una división canadiense desembarco en la Playa Juno. Comandos franceses se lanzaron al asalto de Oustreham y paracaidostas franceses tomaron posiciones para establecer una cabeza de puente en Bretaña. Las escuadrillas aéreas estaban pilotadas pos canadienses, neozelandeses, australianos, rodesianos, belgas,polacos, franceses, holandeses, noruegos...

Las víctimas civiles fueron 15.000 solamente en los bombardeos preparatorios y en el fuego cruzado entre la Resistecia y las tropas de ocupación alemanas. Winston Churchill había exigido que las víctimas civiles no pasasen de las 10.000 pero al final se implantó la realpolitik de Eisenhower. Otras 25.000 personas morirían entre el 6 de junio y mediados de agosto por encontrarse en un mal lugar justo en medio de un combate, o en represalias por parte de los alemanes.

En Caen los bombardeos no solo resultaron notables sino que fueron contraproducentes, ya que dificultaron el avance aliado sin perjudicar a los alemanes. Esto nos muestra una paradoja: los ejércitos de las democracias acaban matando a más civiles inocentes debido a la presión de la prensa sobre minimizar el número de bajas nacionales.

Rommel afirmaba que el Día D sería "el más largo" porque la batalla se decidiría en las primeras 24 horas. Quería trasladar divisiones Panzer a lo largo de la costa pero sus colegas se lo impidieron. Hitler tomó cartas en el asunto y se hizo cargo de esas dvisiones,que instaló en los bosques al norte de París. Pero el 6 de junio se levantó tarde porque la gente tenía miedo de despertarlo con una noticia tan mala.

Las estimaciones de bajas de los britanicos llegaron al 80 por cierto de lo esperado. Montgomery se preguntaba si quedaría algo que llamar ejército británico cuando las tropas llegasen a Berlín. Los combates eran tan duros como los del frente ruso en medio del cotagge, un laberinto de muretes y setos muy a propósito para realizar emboscadas.

30.000 soldados británicos y estadounidenses caeron víctimas de la neurosis de guerra, lo que actualmente llamamos "stress postraumático". Los psicólogos militares estaban sorprendidos de que los alemanes no tuviesen el mismo problema. Nadie les dijo que la Policía Militar alemana mataba a los que no podían avanzar o seguir luchando por problemas psicológicos.

Un informe elaborado por los británicos acerca del valor en el combate decía que en un pelotón de unos 30 hombres solo una tercera parte llevaba el peso del combate. Otros 10 se inhibían o se alejaban del peligro y el resto... se inhibían o luchaban en base a la mayor o menor resistencia del enemigo. Montgomery intentó sepultar ese informe pero otros realizados por los soviéticos confirmaron esta realidad. En realidad, al poco de empezar la Operación Barbarroja los rusos comenzaron a revisar los fusiles y a ejecutar a los soldados a los que no se les hubiese visto disparar a bulto contra los alemanes o no gastasen una mínima parte de su munición.

PARA VER.
SALVAR AL SOLDADO RYAN, de Steven Spielberg.
https://www.youtube.com/watch?v=7VKbEt-HEac 

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