-En tú último libro ¿QUIÉN QUISO LA GUERRA CIVIL?, revelas que los monárquicos quisieron echar abajo la Segunda Pepública mucho antes del levantamiento de julio de 1936. ¿Cuándo comienzan a conspirar?
La primera reunión se produce el mismo 31 de abril de 1931. Los monárquicos como Antonio Goicoechea decían que la República era un devaneo revolucionario y que por esta razón cabía levantarse contra ella. Los periódicos monárquicos como ABC o LA NACIÓN estaban en contra del gobierno republicano y contra él cargaron sus plumas entre 1931 y 1936
-Dices que los monárquicos descontentos se reunieron con Mussolini en busca de apoyo armamentístico.
La reunion principal se produjo en 1934, y a ella acudieron militares, carlistas y monárquicos. Mussolini se comprometió a enviar aviones pero no para 1934. Lo haría en cuanto se hubiese ocupado de su invasión de Abisinia.
-¿Es cierto que un monárquico como Calvo Sotelo se entrevistó con Mussolini en Roma?
Hay discrepacias a este respecto. El corresponsal del ABC en Roma dijo que esa entrevista había tenido lugar, pero no me fío de esa fuente. Sí me fío del testimonio de un agente de la embajada española en Roma que avisó al Gobierno español que Calvo Sotelo, líder del Bloque Nacional- llamado antes Renovación Española- había visitado Roma en dos ocasiones. Si Musolini había recibido a Goicoehea por qué no iba a recibir a Calvo Sotelo, que tenía más peso en la política española que él.
-¿Qué tipo de ayuda envió el Duce a los sublevados españoles?
El 1 de julio de 1936, Pedro Saínz Rodriguez - enlace del general Sanjurjo en la trama de la sublevación militar- firmó en Roma cuatro contratos para la entrega de aviones de combate. Esos documentos los saqué a la luz en 2013. La SIAI (Societá Idrovolanti Alta Italia) suministró 12 Savoia 81, y después numerosos cazas. Los conspiradores no dijeron nada de todo aquello ni siquiera a los militares nacionales a los que beneficiaban.
-¿De que modo pagó España los aviones?
Se gastaron 616.000 libras, un precio muy superior al medio millón que el banquero March estaba dispuesto a pagar, aunque visto los resultados es posible que pagase la deuda completa con el Gobierno fascista italiano.
-¿Qué ganaba Mussolini con este trato?
Mussolini se imaginaba que España le ayudaría a establecer una especie de hegemonía italiana en el Mediterráneo Occidental, algo que iba contra los intereses de Gran Bretaña. Además podía dar un empujoncito a aquellos simpatizantes españoles que querían copiar el funcionamiento de las instituciones fascistas.
-¿Qué papel tenían Francisco Franco, Emilio Mola y Calvo Sotelo en la conspiración?
Emilio Mola hizo una encuesta acerca de qué hacer una vez tomado el poder, y la respuesta era un directorio militar al estilo del de Primo de Rivera y una instauración de la monarquía medio plazo. Mola tenía que someterse a los criterios de Sanjurjo, héroe condecorado dos veces con la laureada de San Fernando, por entonces exiliado en Portugal, porque él solo era un general de brigada. El piloto Antonio Ansaldo - que negoció la compra de los aviones italianos con las empresas suministradoras- tenía que llevarlo a España, pero justo ese día el avión se estrella durante el despegue. Ansaldo sobrevivió, pero no así Sanjurjo.
Calvo Sotelo perdió la vida a manos de pistoleros anarquistas. El plan monárquico quedó descabezado antes de empezar la partida.
En este juego Franco sólo quería ser el Alto Comisario de España en Marruecos, un territorio donde había ostentado altas responsabilidades militares. Y un puesto que era el mejor pagado. Pero al final, con la muerte de Goded en Barcelona, se encontró avanzando con sus tropas hacia Madrid, tomando el Alcázar de Toledo y asumiendo un liderazgo absoluto.
-¿Se puede decir que España fue la primera batalla de la Segunda Guerra Mundial?
Si entendemos la Segunda Guerra Mundial como el enfrentamiento entre el fascismo y el nazismo contra el capitalismo, el comunismo y el liberalismo democrático, esos elementos se dieron en nuestra guerra civil.
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