martes, 8 de octubre de 2019

La señora Ching, pirata de los mares de China.

En realidad se llamaba Zheng Shih (1775-1844), más conocida entre los europeos como Madame Ching, nació en una época donde las mjeres eran siempre las víctimas y casi nunca el verdugo. Pero la suerte queso que esta prostituta cantonesa se convirtiera en la pirata más conocida de los mares de Oriente.

Los orientales llevan muchos siglos asaltando naves a cambio de botín, pero no hay ninguna información sobre los piratas japoneses, y hasta el siglo XIX no se habló de la piratería china.. De hecho, a la señora Ching se la conoce por un texto de Charles Neumann, que se ocupaba del periodo comprendido entre 1807 y 1830.

Ching trabajaba como meretriz en un prostíbulo - o Casa de las Flores- de Cantón cuando conoció al capitán pirata Zheng Yi y se casó con él. Ella tenía 26 años y dijo que no contraería nupcias si no compartía el mando sobre sus tropas piratas. Yi aceptó. Era 1801. Juntos participaron enla rebelión vietnamita en el bando de Tay-son. Fue en Vietnam donde la pareja adoptó un niño que bautizaron como Zhang Bao.

Zheng Yi muere en 1807 asesinado por sus víctimas recurrentes, los habitantes de las costas de Annam y Conchinchina. Otra versión dice que los hombres oyeron un rumos acerca de que Yi había aceptado una patente de corso del emperador y lo degollaron durante un motín. El escritor argentino Jorge Luís Borges especula en Historia Universal de la Infamia con que el cocinero de Zheng Yi lo envenenó con un plato de orugas con arroz.

El caso es que Yi desaparece y la señora Ching se encuentra al frente de una flotas de más de 400 barcos con tripulaciones de miles de marineros. Tras vencer a todos los aspirantes a comandar esa flota, Ching disponía de más de 2.00 barcos, la llamada Flota de la Bandera Roja.

Pirateó desde juncos pesqueros hasta barcos europeos, pero estableció un código según el cual quedaba prohíbido robar a los aldeanos que actúan como proveedores de los piratas o la desobediencia se castigaba con la muerte.

También tenía normas en referencia a las cautivas. Si un pirata decidía casarse con una mujer estaba obligado a serle fiel. Las menos agraciadas eran liberadas, o se pedía un rescate por ellas. Si algún pirata tenía relaciones con una mujer no consentidas él era decapitado y a ella la arrojaban por la borda con una bala de cañón atada a la pierna.

También prohibió requisar arroz, vino, pólvora o cualquier otra cosa a los pescadores de los puertos en que se refugiaban sin pagarla. Los pescadores se convirtieron en aliados de Madame Ching frente al acoso de la flota imperial del Gobierno.

Ching se enamoró de su hijo adoptivo Cheung Po Tsai, a quien convirtió en su lugarteniente.

También tuvo tiempo de hacer atrocidades a lo largo y ancho de la costa de China desde Macao hasta Cantón. En Sanshan, una pequeña aldea de pescadores, Ching ordenó decapitar a ochenta hombres y vendió como esclavos a las mujeres y a los niños. Finalmente fue derrotada tras una serie de batallas navales contra la Armada portuguesa, aunque los británicos también habían puesto precio a su cabeza. Fue en 1809.

El emperador firmó una orden de amnistía si Ching y sus tripulaciones abandonaban el estilo de vida pirata. A cambio podrían conservar el botín. Solo 126 de los piratas de la Flota de la Bandera Roja fueron condenados a muerte.

Madame Ching y Cheung Po, ahora burócrata de la armada china, pidieron al gobernador que disolviera su relación materno - filial para poder casarse, cosa que el emperador no solo les concedió, sino que presenció como invitado. Madame Ching usó el dinero del botín para abrir una casa de juego y un burdel en Macao, donde también se dedicó al comercio de la sal. Durante la Primera Guerra del Opio ayudó a la flota imperial aportando sus conocimientos acerca de las tácticas de guerra de los británicos. Murió rodeada de su familia a los 69 años.

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