El Patito Feo republicano contra Caperucita Azul.

Los adultos pueden ser un factor de riesgo en la vida de los niños cuando proyectan sus odios y frustraciones en ellos, y en lugar de educarlos se dedican a doctrinarlos. En la década de los años 30, la Generalitat de Catalunya instituyó una unidad administrativa denominada Comisariat de Propaganda. Su misión era velar por el contenido ideológico de las publicaciones destinadas a los niños, tales como los cuentos infantiles.

Con la adaptación del cuento de Hans Christian Andersen EL PATITO FEO, se respetó el esquema argumental, pero se le dio un contenido izquierdista. El patito feo era un cisne desclasado que no encajaba entre los ociosos y aburguesados patos, gallos y pavos de la granja.

"Patos, gallos y pavos se paseaban con desagradable orgullo, considerándose cada uno lo mejor de su casa. Eran, en fin, como esos condes y duques que presumen porque vienen de condes y duques antiguos(...) Los jóvenes patos de la granja eran unos estupidillos pollos-pera. (...) Todos andaban con mucha presunción, y se saludaban extendiendo un ala, porque decían que eso era a la manera fascista. Y no hacían nada en todo el día como buenos señoritos(...) El pato español, llamado Duque de Alba, le dijo un día: Tiene un aire de campesino sin raza, parece hijo de unos trabajadores cuelquiera".

Al final el pato escuentra a sus iguales en unos cisnes de la clase obrera. Y en una tradicion digna de la Tercera Internacional el patito se pone a predicar la unión de todos los patos salvajes y demás aves acuáticas contra las aves de corral fascistas cuya mayor preocupación es comer sin trabajar.

¿Los franquistas de Burgos eran más respetuosos con los niños?¿Evitaron implicarlos en la contienda de manera ideológica? No. Y para demostrarlo aquí está una versión de Caperucita Roja adulterada.

Caperucita Roja lleva viandas a su abuela, la señora Micaela. Cuenta con los buenos consejos de un hada, que los lectores adultos pueden relacionar con la Virgen María. También hay un diablillo que trata que Caperucita Roja se interne en el bosque. He aquí la respuesta de la beata niña:

"A las niñas que son desobedientes les ocurren muchas desgracias. Y luego cuando mueren, en lugar de ir al Cielo con la Virgen que es tan guapa y tan buena, a jugar con el Niño Jesús !se las lleva el demonio al infierno, donde no hay mas que diablillos negros y feos que las pinchan!"

Cuando el cazador rescata a la señora Micaela y a Caperucita del vientre del lobo, la anciana intenta darle las gracias. El hombre contesta: "!Gracias a Dios, señora Micaela! Todas las cosas buenas que nos ocurren a él se las debemos y solamente cuando no cumplimos su Ley nos ocurren las desgracias".

El cazador saca de su zurrón una caperuza azul y se la entrega a Caperucita, que ha perdido la suya durante la lucha con el lobo. Se va tras recordar a las dos mujeres que el azul es el color de la obediencia, el sacrificio y la abnegación mientras que el color rojo es... el color de los desleales.