1981. La isla de Santa Catalina se halla a unos 40 kilómetros de las costas californianas. La cala del extremo norte es una de las más apartadas. En la isla solo hay un negocio que pueda atraer a las personalidades de Hollywood, el restaurante Dougs Harbor Reef.
El 28 de noviembre de 1981 cenaron allí la actriz Natalia Wood, su marido, Robert Wagner, y un amigo de la pareja, Christopher Walken. Terminada la cena se retiraron a descansar a su yate, el Splendor, llamado así en recuerdo de una de las mejores películas de Natalia Wood, ESPLENDOR EN LA HIERBA.
A las 11:45 Natalie Wood se retiró a dormir a su camarote. Sin embargo a las 12:30 la litera de la mujer estaba vacía. Y de ella no había ni rastro en todo el barco. Al principio Wagner no se preocupó pero a medida que las horas iban pasando, y la situación se alargaba, pidió ayuda por radio a los guardacostas. A la mañana sigiente, un miembro de la tripulación divisó un punto rojo flotante. Era el cuerpo de Natalie Wood.
¿Qué había pasado? Las investigaciones policiales indican que Wood, Wagner y Walken habían bebido demasiado. Después había tenido lugar una discusión de pareja. Se especuló con que Natalie se hubiese cansado del mal ambiente a bordo y se hubiese retirado a tierra en un bote para pensar con tal mala suerte de que llevaba un pesado abrigo rojo que la lastró hacia el fondo. Como estaba bajo los efectos del alcohol, la actriz, de 43 años, no tuvo la idea de quitárselo. Aún así, las páginas de sociedad airearon sin tener prueba alguna noticias acerca de adulterio con Walken, o incluso violencia de género consistente en tirar a la esposa "desleal" por la borda.
Noguchi, un famoso forense de Hollywood, pidió ayuda al oceanógrafo y experto en corrientes Paul Miller un informe. La teoría de ambos es que Natalie resbaló al intentar subir al bote auxiliar, que se alejaba del casco principal empujado por una fuerte corriente. Pidió ayuda pero el ruido de la música procedente de una fiesta en Santa Catalina ahogaba sus gritos. Los hematomas en las pantorrillas de la actriz nos indican que intentó usar el motor como apoyo, pero la chaqueta roja mojada toraba hacia el fondo con fuerza. Aún así, no se rondió y trató de llevar el bote contra el viento hacia la orilla. El bote llegó a virar hacia tierra lentamente. Pero el entumecimiento ya se extendía por todo su cuerpo. La hipotermia hizo que se durmiera, soltara el motor apagado y tragase agua a 200 metros de la orilla. Poco después, el bote auxiliar varaba en la orilla de una playa.
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