Abbey y Britanny Hensel, siamesas.

Cuando alguien les pregunta a estas dos hermanas si son un cuerpo con dos cabezas ellas responden:"No. Somos dos hermanas que comparten un cuerpo". Lo que más sorprende a los que se encuentran con las hermanas Hensel por primera vez es que hayan cumplido 30 años ya y se ganen la vida como maestras de Primaria.

Nacieron el 7 de marzo de 1990 en Minnesota. Su madre, cuando escuchó la palabra "siamesas" en el paritorio le preguntó a la comadrona: "¿Estas hablando de gatos?" En la sala de espera, su marido Mike, escuchaba sorprendido de los médicos. "Hay un cuerpo, dos cabezas y tres brazos". Las hermanas tienen dos corazones, tres pulmones - los del centro están fusionados en uno-, un tercer brazo inoperante situado entre las dos cabezas. El brazo inutil hubo que amputarlo. Pero un solo hígado un solo aparato excretor y un solo aparato reproductor.

"Pueden jugar al baloncesto, al voleibol, al beísbol y solo tardaron dos días a aprender a coordinarse para montar en bici a pesar de que sus cerebros individuales controlan solo una pierna. Son ambidiestras. Cada una de sus hermanas se hace cargo de su brazo", explican sus padres.

Tuvieron la suerte de nacer en una pequeña localidad, donde las personas las tratan con familiaridad y las protegen. Si no es de ese pueblecito pero se las cruza sepa que no está autorizado a hacerles fotografías sin su autorización, pero que si les pregunta cualquier cosa sobre cómo llevan el día a día las hermanas Hensel, ellas saciarán su curiosidad con una sonrisa. Eso sí, no les pregunte sobre su vida sentimental. La gente se pregunta cómo nos las arreglaríamos en la cama con nuestras respetivas parejas contando con una sola vagina para las dos, y no, no queremos despertar ese interés. La vida ya es bastante difícil sin ese interés morboso , explica Abbey.

Britanny prosigue: "A veces discutimos entre nosotras, por ejemplo a causa de la ropa que quiere llevar cada una, por lo que tenemos que ser diplomáticas y repartirnos los "dias de armario"".

A la hora de comer cada una corta su filete, servido en dos platos separados, antes de ponerse a comer, cada una con su brazo disponible. Teclean perfectamente sincronizadas ante el ordenador. "También sabemos conducir. Yo controlo los pedales y el cambio, y Britt los indicadores. El volante lo manejamos entre las dos", explica Abbey.