Mariví es una funcionaria de prisiones recientemente trasladada a las galerías destinadas a las mujeres de la Penitenciaría I de Alcalá Meco. Al poco de empezar sus labores se fija de que un grupo de reclusas, siempre las mismas, recita en voz baja monólogos mientras hacen cola para las revisiones médicas como en el comedor o dentro de las celdas. Intrigada, pregunta a una rea que no parece participar en semejante desmadre. "Son las del teatro", se limita a responder.
Todas las tardes de 4 a 9, estas reclusas ensayan como integrantes de la Compañía de Teatro Yeses. "Yo voy estudiando mi papel entre secadora y secadora", comenta Ana Belén. Trabaja en la lavandería de la prisión. "El Grupo empezó en 1985 como simple taller ocupacional pero con los esfuerzos de todas nos hemos convertido en una Compañía semiprofesional, con obra propia y giras extramuros".
La directora de la Compañía es Elena Cánovas. "Empecé el proyecto con la idea de trabajar en la reinserción social, pero me encontré con un lugar muy duro, con mujeres muy enfermas, casi todas toxicómanas, jóvenes y muy desesperadas, en un ambiente inhóspito".
La Ley General Penitenciaria de 1979, amparada por el Artículo nº 25 de la Constitución, buscaba la reinserción en todas las penas privativas de libertad. Pero la inercia de las autoridades y la lentitud burocrática perpetuaban unas prácticas basadas en la desidia y el aislamiento. Gracias al tesón y a la dedicación de Elena Cánovas, mas de 1000 mujeres han subido a las tablas en Alcalá Meco I y se han rehabilitado. También han participado en el proyecto actores profesionales, como Rubén Cobos, que hace los papeles masculinos.
La última obra, TAREAS PARA UNA VUELTA DE TUERCA, ha estado de gira por España gracias al patrocinio de Reale Seguros y la Dirección General de Igualdad de la Comunidad de Madrid. Rubén Cobos interpreta a un terapeuta que guía a un grupo de mujeres maltratadas.
En un descanso en medio de los ensayos hablamos con Wendy, una de las presas actrices. "Muchas de nosotras, entre las que me encuentro yo, hemos sido mujeres maltratadas. Con el teatro te reenganchas a la vida, debates sobre lo que te trajo aquí, forjas fuertes lazos con las compañeras y te vuelves más empática, con más capacidad para saber lo que les pasa a las otras".
El guión es esta obra teatral está basada en las experiencias de las reclusas. Jesús Moreno, el alacaide de Alcalá Meco dice: "He dado prioridad a esta obra sobre todos los demás proyectos. El 75 por ciento de las presas han sido víctimas de la violencia machista".
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