En defensa de la Tierra.

A 320 kilómetros de San Francisco viven los indios sinkyone. Antes de que llegaran los colonos europeos, estos indios de California se dedicaban a vaciar los troncos de sequoya para fabricar canoas, que adornaban con corazones y pulmones tallados en madera. Usaban estas embarcaciones para cazar a los leones marinos. Los árboles gigantescos eran miembros de la tribu, y el hoy escasísimo cóndor de California, un mensajero de las alturas.

Todos los años los sinkyone celebraban una reunión para "arreglar el mundo" porque unos "hombres insatisfechos" habían roto el equilibrio del mismo. En esas fiestas los sinkyone cantan y bailan para que todo vuelva a estar en orden.

Sally Bell tenía 10 años hacia 1860 cuando unos hombres blancos mataron a toda su familia. Arrancaron el corazón a su hermana pequeña y lo arrojaron a unos matorrales tras los cual Sally se escondía. "No sabia que hacer. Estaba tan asustada que me quedé quieta mucho rato con el corazón de mi hermanita en las manos. Su testimonio quedó registrado en la grabadora de un antropólogo a finales de los años 1920 cuando Sally ya era una anciana. El tipo que la entrevistó escribió en su cuaderno de notas "ciega y aquejada de demencia senil; ve espíritus". Para matarlo.

En 1985 los sinkyone protegieron de la tala un bosquecillo de 36 hectáreas que rinde homenaje a la superviviente. Ahora pertenecen al Parque Estatal de Vida Salvaje de Synkyone. En 1997, después de un siglo de expolio, el Consejo tribal adquirió 1578 hectareas de territorio sinkyone para convertirlos en el primer espacio intertribal del país. "Ya era hora de que nuestropueblo recuperara la tierra para poder protegerla- dice la india Priscilla Hunter, fundadora del Consejo Intertribal.-La costa y los bosques de sequoyas son sagrados para las tribus,pues proporcionan alimentos y medicinas a nuestra gente. Las montañas son un lugar ceremonial donde sentimos el poder de la Mdre Tierra. Las viejas sequoias tienen un poder espiritual para nosotros".