domingo, 29 de marzo de 2020

Pero, ¿existió lo que los españoles llamamos Reconquista?

Hace unos meses, durante un mitín electoral, Santiago Abascal, el líder del ultraderechista Partido VOX se decía que era sucesor de Dos Pelayo, un caudillo asturiano a la hora de eliminar las influencias foráneas o extrañas a lo español que amenazaban nuestras esencias. Supongo que lo diría por los inmigrantes y los independentistas catalanes. Como para mí los acontecimientos nacionales presentes no existen, por cuestión de seguridad, dejaremos de lado al señor Abascal, y nos dedicaremos a hablar de la Cruzada Patria.

Para empezar duró ocho siglos, y como decía Ortega y Gassett, nadie llama Reconquista a algo de tan larga duración. Ningún país resiste un periodo de agitación bélica tan prolongado, por lo que podemos hablar de una época, no de una guerra. Hubo momentos de paz, e incluso de desinterés por parte de los cristianos. Si se lo tomaron en serio duante los siglos XI y XIII es porque se sentían amenazados por los almorávides, los primeros, y por los almohades, los segundos.

La idea de la Reconquista surge en el siglo XI por parte del clero borgoñón para reivindicar el derecho de los castellanos a absorber a los otros reinos cristinanos o musulmanes. Resurge en el siglo XIX en busca de unos mitos colectivos que aglutinen en torno a nos valores y señas de identidad nacionalistas a los europeos. Italia reivindica el pasado romano. Inglaterra reivindica al rey Arturo, Alemania reivindica al hérie germanico Sigfrido y a sus nibelungos, etc... España ha perdido su imperio colonial y lo único que puede reivindicar es haber expulsado a los musulmanes de España.

Solo que esos musulmanes eran españoles, por cuanto hubo periodos que aceptaron la presencia y aculturación de los cristianos y judíos en los territorios donde eran dominantes. Y lo mismo se puede decir de los musulmanes en reinos cristianos, cuando aportan elementos arquitectónicos islámicos en la construcción de iglesias cristianas.

Durante el periodo de formación de los reinos españoles el Cid puso en primer lugar su espada al servicio de Al Mutamán, señor de la taifa de Zaragoza en una lucha de poder contra un pariente. Y lo hizo contra Berenguer, el conde de Barcelona, que había rechazado sus servicios.

"La Reconquista no fue mas que el nstrumento propagandístico con el que los reyes de Asturias,luego de León y más tarde de Castilla se legitiman buscando un vículo conlos reyes visigodos", explica Jose Enrique Ruíz Doménez, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Barcelona.

Volvamos a Santiago Abascal y a su caudillo asturiano, héroe de la batalla de Covadonga. Si leemos la crónica de Alfonso III, escrita en el siglo IX, veremos que dice." Toman las armas, se disparan las hondas, se erizan las lanzas y sin cesar disparan saetas".

Luego cogemos el Antiguo Testamento y vemos que está el párafo anterir inspirado en el cruce del Mar Rojo por los isrealitas del éxodo y el primer Libro de los Jueces. La batalla de Covadonga no existió, al menos como batalla. Puede que como escaramuza, pero también lo dudo personalmente Los cronistas árabes no la mencionaln ni se habló de posibles represalias contra los cristianos asturianos ni sus aliados astures. Pelayo sí existió, pero no sabemos si era nieto de la familia real visigoda, desdcendiente del duque de Cantabria o un conde local.

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