El 10 de enero de 1863 viajó a Madrid Giusseppe Verdi para dirigir el ensayo de su ópera LA FORZA DIL DESTINO en el Teatro Real, cuyo estreno iba a ser el 21 de ese mes. Se aplazó hasta el 21 de febrero, pero para entonces Verdi había regresado a Italia. No habría tenido estómago para leer las malas críticas por parte de la prensa, pese a que la ópera fue un éxito de público. "Parte del público, entre los que se hallaba el Ministro de la época, opinaba que sólamente debían programarse Bellini, Donizetti y Mercadante. Gracias a que la Dirección del Teatro no hizo caso en 1863 actualmente Verdi es tan famoso como todos los anteriores", explica un musicólogo.
Quizá por eso al actual director no le tembló el pulso al programar MOISÉS Y AARÓN de Arnold Schomberg, bajo la dirección de Romeo Castelliucci. La estrella del espectáculo no fue ninguno de los tenores o las sopranos, sino un figurante muy especial: un toro de 1500 kilos.
Desde que el rey Fernando VII la fundó en 1818, hasta que Isabel II lo inauguró en1850, pasaron 32 años de falta de fondos, obstáculos burocráticos y luchaspolíticas. Entre 1925 y 1966 tuvo que cerrar por problemas estructurales.
No solo Verdi estrenó en el Teatro Real sino que también bailó en su escenario el coreógrafo y bailarín Nijinski.
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