martes, 7 de abril de 2020

Empleo y parejas amorosas: los dos caballos de batalla de los autistas.

Las personas con espectro autista tenemos problemas en las relaciones sociales combinados con rutinas rígidas que impiden que nos adaptemos a situaciones nuevas. 8 de cada 10 autistas estámos en el paro o subempleados. Iniciamos el mismo número de relaciones de pareja que los neurotípicos pero el no poder solventar las situaciones emocionales ni leer la conducta de nuestras parejas, solo un tercio de los nuestros llegan al matrimonio. Y son demasiado los que tienen que enfrentarse a una ruptura para la que no están preparados.

Vamos a centrarnos en los 700.000 autistas que viven en los Estados Unidos. Un artículo de National Geographic que no ha sido publicado todavía en España habla de un negocio de lavado de automóviles en el que los empleados son autistas.

"Al principio temía que estuviera metiéndome en un lío, pero estos chicos son buenos trabajadores. La gente no viene aquí para hacer caridad con los chicos sino porque saben que su coche saldrá de mi local inmaculado", dice Tom, el dueño del negocio.

Pregunto a los chicos que es lo que más le gusta del trabajo. Uno de ellos me dice:

"Me gusta hablar con la gente que viene a recoger los coches, pero no tener que limpiarlos los días que llueve. Y lo mejor es cuando dejar de pulir cera y limpiar y te vas a tu casa a dormir".

"Las personas normales hacen cosas de lo más extrañas cuando vienen a traer los coches para que los lavemos. Una señora vino en sujetador y shorts. Nos gustó que nos mostrase tanta confianza. En uno de los coches me encontré un preservativo usado. Y se supone que los raros somos nosotros".

En cuanto al mundo sexual de los autistas, el artículo nos lleva a la vida de Cynthya Drucken y su hijo Brandon. Entre las cosas disfuncionales que hizo para poder vivir su sexualidad está el débito de 1000 dólares que dejó en una tarjeta de crédito para ir a un local de strip tease.

Poco después del incidente Brandon trajo a una prostituta a casa. "Estoy tranquila porque sabe que debe usar preservativo y lo que debe hacer en cuanto a higiene. Brandon tiene más de 20 años, por lo que es un adulto, y tiene fantasías adultas. El problema es que, tras quedarse sin dinero, ella no mostró más interés por él, y él no supo cómo aceptarlo", dice su madre Cynthia.

Actualmente, Brandon, de 27 años, sale con Leah, una chica de 23 años. Aunque los dos viven en casa de sus padres, sueñan con la posibilidad de irse a vivir juntos por su cuenta.

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