sábado, 25 de abril de 2020

Los nat-kadaw.

Estamos en la aldea de Myammar de Thar Tar Gone para asistir al nat pwe, o fiesta de los espíritus. En el interior de una amplia cabaña con techado de paja una banda de música toca musica estridente de ritmo rápido y alocado para una multitud de creyentes. En el rincón opuesto de la cabaña, sobre una tarima, se encuentran diversas tallas de madera: son las efigies de los nats, los espíritus.

Uno de los guías de este viaje imaginarios por las tradiciones del pueblo birmano me presenta a alguien especial. Es na nat kadao, que significa literalmente "esposa de los espíritus", una mezcla de medium y hechicera. El caso es que pese a sus ademanes femeninos, es un hombre travestido. Se presenta como Phyo Thet Pine

Me cuenta que durante el siglo XI el rey Anawratha instauró como religión principal el budismo de la escuela theravada y luchó contra el culto a los nats, que los budistas consideraban superstición, sin éxito. Como los campesinos birmanos se aferraban a este culto decidió establecer un panteón de 37 espíritus subordinados a la figura de Buda, aunque el pueblo sigue adorando a muchos mats excluídos del panteón.

Los kat nadaw son una especie de brujos y actores que usan vestidos femeninos para representar las deidades femeninas e uniformes y armas cuando tienen que representar a nat masculino que vivió como guerrero. Esta ocupación es una salida para muchos homosexuales en la homofoba sociedad birmana, donde las mujeres rezan para encarnarse en un hombre en la siguiente reencarnación

Phyo se prepara para ser Goo Gyi Kyaw, un espíritu licencioso con fama de jugador, fornicador y bebedor. Phyo se delinea los ojos con un eyeliner y se pinta un bigote postizo. Un nat kadaw de  la troupe de actores- chamanes de Phyo empieza a cantar para invitar a aparecer al espíritu.

Los músicos comienzan a tocar una melodía hipnótica. Phyo sube al escenario con una camisa balnca, una expresión astuta en la cara y fumando un cigarrillo. Con voz de barítono ruge:"!Haced el bien!". Y empieza a torar una cantidad modesta de dinero a los presentes, que se disputan los billetes entre empujones e imprecaciones causadas por el alcohol que ya han trasegado.

Luego el nat encarnado dice a Zaw. la esposa del anfitrión, y a su hermana, que cojan una cuerda por cada uno de sus extremos. Se ponen a bailar de forma enloquecida.con los ojos en blanco, de una manera que los occidentales presentes se plantean si su integridad corre peligro y si es el momento de irse.

Los trances de las personas poseídas por los nats puede hacer que estas hagan cosas peligrosas como masticar ascuas de carbón encendidas o usar armas en combates improvisados. Cuando el trance termina, las dos mujeres se desploman desorientadas. Ninguna de las dos recuerda que pasó durante el trance. Phyo comunica a los habitantes de la casa que ambas mujeres han sido poseídas por dos poderosos espíritus que protegeran la familia de la desgracia.

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