sábado, 25 de abril de 2020

La leyenda de la Isla de Fraser, en el Mar de Coral.

Al dios aborigen Beeral no le basataba con haber creado el mundo; además tenía que ser hermoso. Así que encargó a sus dos mensajeros de confianza, Yidingie y la doncella K´gari, convertir la Creación en un paraíso. Tan acogesor fue el resultado que K,gari quiso quedarse allí. Se tendió en las aguas de una bahía sin par y se quedó dormida.

Conmovido, Yindingie convertió a su compañera en una isla larga y estrecha de arenas cristalinas, pinto en su suave piel un arco iris de colores y creó unos lagos de aguas transparentes para dotar a K´gari ojos con los que ver el cielo. Yindingie llenó el cielo de bellas aves tropicales, y para que K´gari no se sintiese sola, pobló la isla con una tribu aborigen, los butchulla. Son precisamente los que transmirtieron a los europeos este hermoso mito de la creación.

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