viernes, 10 de abril de 2020

OCÉANOS SIN LEY, un libro de Ian Urbina.

Hombres encadenados, viviendo en jaulas, torturados.. Este es el aterrador día a día a bordo de un barco pesquero ilegal. Hay miles de ellos surcando y esquilmando los mares. Hablamos con Ian Urbina, periodista ganador del Premio Pulitzer, que los ha investigado a lo largo de cinco años.

Ian Urbina, de 47 años ha recorrido todos los mares y 14 países durante cinco años. Fruto de sus investigaciones es el libro OCÉANOS SIN LEY, publicado en España por la editorial Capitán Swing. Nadie ha documentado como él el expolio de los caladeros así como la explotación de los hombres que trabajan en esos barcos, en detrimento delos derechos humanos en aguas internacionales., un lugar donde se opera sin control de los gobiernos y de las autoridades policiales.



A mí de joven ser marinero de un carguero portacontenedores era lo más de lo más a la hora de evocar aventuras. ¿Usted qué ve?

Veo que el 90 por ciento de las mercancías del planeta llegan en las bodegas de los cargueros. Es una forma muy barata de trasladarlas, porque apenas hay regulación y hace que las mercancias sean más económicas.

Cada año se capturan unas 20 toneladas de pescado de forma ilegal. Eso supone un perjuicio económico de 23.500 millones de dólares. ¿Qué países vulneran más la normativa?

En primer lugar China y los países en vías de desarrollo, por ejemplo los de la costa occidental de Africa. En las costas de Gambia o de Chiles, en las Malvinas o en el Océano Antártico.

¿Con qué consecuencias?

Por ejemplo, en las costas de Japón están apareciendo cada vez más derrelictos (barcos a la deriva sin tripulación o con la tripulación muerta) de buques norcoreanos, arrastrados por la marea. Tienen que adentrarse en el Pacífico más de lo que los barcos pueden hacer para poder pescar y alimentar a sus familias porque la flota china ilegal ha acabado con sus caladeros.

Tú tuviste una mala experiencia con la flota china ilegal, ¿verdad?

Me embarqué con un equipo de Corea del Sur para documentar las actividades de los pesqueros ilegales chinos. Localizamos la flota gracias a las fotografías de satélite de la ONG Global Fishing Watch.

Cuando llegamos había una decena de barcos faenando. Todos con las luces deposición y los radares apagados, menos el barco insignia de la flota. Así, si les descubren los guardacostas coreano pueden huir a las aguas internacionales y soloes capturado y hundido por las autoridades unsolo barco. Grabamos a la flotilla con un dron, y ella respondía encendiendo las sirenas, lo que significa que no éramos bien recibidos.

¿Qué pasó después?

Uno de los barcos de la flota pesquera china ilegal estaba a menos de 20 metros y maniobró para embestirnos. El capitán de nuestro barco nos dijo que lo sentía por nosotros pero que no quería arriesgarse a que nos abordase (nos embistiese) un barco ilegal. Sabemos que algunos de esos barcos están equipados con lanzagranadas o con tripulantes armados con AK 47, así que nos fuímos. Ya teníamos lo que veníamos a buscar.

¿Por qué su capitán no se puso en contacto con las autoridades portuarias de Corea del Sur?

Porque para cuando llegasen los guardacostas surcoreanos ya no habría nada que ver. Esa flota habría salido a aguas internacionales.

En tu libro OCEANOS SIN LEY también hablas de esclavitus por endeudamiento y de vulneraciones de los derechos humanos.

Las víctimas son campesinos y pescadores pobres de Laos, Indonesia y Camboya que pagan una comisión a un contratador para que les asigne un barco, casi siempre de bandera tailandesa o china. Cuando llegan a bordo, el primer oficial les retira los pasaportes, por lo que quedan indefensos frente a los abusos, en forma de reiteradas palizas.

Los oficiales suelen ser tailandeses y solo permiten que se hable a bordo en ese idioma. No contratan a nadie que hable inglés. Si contratan marineros de otros países se comunican a través de su esbirro, el contramaestre, que es de la misma nacionalidad que la tripulación. El primer día este personaje encontrará una excusa como una pesca escasa o un aparejo roto para dar una paliza de campeonato al primer infeliz.

En una encuesta de la ONU entre los pescadores de naves irregulares de pesca se descubrió que el 60 por ciento del pasaje había visto a un oficial degollar a un tripulante o tirarlo por la borda, a veces sin motivo.

En una singladura con los guardacostas de Gambia encontre a un hombre, esclavo por endeudamiento, atado con una cadena a un mamparo, porque había intentado tirarse por la borda y ganar la costa africana a nado. Tuvo mala suerte. Lo cogieron. Denunciamos a los oficiales y hubo un proceso ante un tribunal naval, aunque esto no suele, ser, ni de lejos, lo corriente.

¿Cómo se excusan los oficiales?

Creen que están en barcos del siglo XVII, de veras. Dicen que los oficiales son cinco solamente a bordo de cada barco, y los tripulantes, 40. Y que para evitar un motín tienen que recurrir a la herramienta del terror. Hablan abiertamente de ello.

¿La Policía no hace nada?

Estamos hablando de inspectores de Policía y comisarios de países no democráticos. Tipos corruptos que frecuentan las mismas casas de prostitución que los intermediarios. Están mal pagados, son corruptos y están acostumbrados a recibir dinero de gente que deberían detener, a cambio de unas copas o quince minutos con una chica de alterne.

Si los marineros los ven subir a bordo callan como mudos, porque saben que les espera el desempleo o una paliza y ser tirados por las bordas en aguas internacionales.

Los organismos internacionales no pueden hacer nada porque son navieras opacas, sin un apartado de correos fijo, imposibles de castigar. Los capitanes y los oficiales sádicos, suelen irse de rositas porque es un lío llevar ante un tribunal naval a cinco individuos de nacionalidad china, y a unas víctimas de cinco nacionalidades distintas ante un crimen en aguas territoriales de un tercer país, bajo una bandera de convenienca de una cuarta nación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Unas cartas muestran la caída en desgracia de Cristobal Colón.

 El navegante que descubrió América fue un hombre maquiavélico que no dudó en intentar manipular a los Reyes Católicos cuando las quejas de ...