Ibn Jaldún, el primer historiador moderno.

Filósofo,viajero, diplomático, juez, consejero y , sobre todo, historiador. La obra del tunecino Ibn Jaldún resulta vital para entender la historia y las culturas del Mediterráneo en el siglo XIV.

Siglo XIV. El medievo está a punto de terminar con la crisis del propio sistema feudal. Comienza el empuje cristiano, que arrebatará al Islám la iniciativa política y cultural. Ibn Jaldún es un erudito al que no se le pasa por alto la decadencia de su sociedad y escribirá: "El futuro y el pasado se parecen como dos gotas de agua".

Abí Saíd Abderramán ibn Jaldún nació el 27 de mayo de 1332 en Túnez, aunque su familia, de origen yemení había residido en Sevilla. Como era la habitual entre las élites islámicas recibió una excelente formación y pronto empezó a hacer labores diplomáticas y administrativas para algunos goberantes del Magreb, zona conocida entre los musulmanes como Ifriqiya. En 1363 encontramos a Ibn Jaldún negociando un tratado de paz entre la ciudad estado de Granada y el rey de Castilla, Pedro I. Mas que  una taifa independiente, Granada era una suerte de protectorado castellano que pagaba tributos a Castilla a cambio de tratados de paz cada vez mas onerosos territorialmente.

En Sevilla Ibn Jaldún se empapó de aquella cultura mestiza que no tenía nada que ver con lo que aparecía en las crónicas del siglo IX y X sobre el califato de Córdoba de su bblioteca. Por desavenencias con sus jefes, Ibn Jaldún regresa a Ifriqiya donde se instala en las poblaciones de Bugía y Biskar antes de morar durante cuatro años en el castillo de Qalat- Ibn-Salema. Es en esa fortaleza donde redacta la Muqaddima o Prolegómenos, la primera parte de los tres tomos de su HISTORIA UNIVERSAL. Alli analiza las causas del declive del islám frente a pujantes culturas en su periferia, cuya historia también le interesa. Incluye en la obra una semblanza de su vida y análisis de acontecimientos de la historia de los asirios, romanos y griegos.

En esta obra reprocha a los demás cronistas que se basen en leyendas y anécdotas en lugar de comprobar si lo que cuentan es cierto o una especie de tradición. Defiende que no son los individuos, sino las sociedades en su conjunto, las que hacen fracasar o triunfar los proyectos políticos.

Jaldún se instala en Alejandría y El Cairo, bajo el mandato de los mamelucos. Allí ocupa el cargo de cadí, es decir, juez supremo, pero no deja de estudiar y escribir. Peregrina a La Meca antes de trasladarse a Damasco, con tal mala suerte que los mongoles de Tamerlán (Timur Lang, es decir Timur el Cojo) asedian la ciudad mientras vive allí. La ciudad cae y Jaldún solamente salva la vida por el respeto que siente el líder militar mongol por los sabios.. Vuelve al Cairo donde trabaja de cadí y enseña en la madraza de Al-Azar hasta su muerte en 1406.