martes, 21 de marzo de 2023

Los hoteles del amor de Japón.

 


La población de Japón está descendiendo.

Los fallecimientos superan a los nacimientos, cada vez se casan menos parejas niponas y los jóvenes no mantienen relaciones sexuales. Los demógrafos llaman a este fenómeno Sekkusu Shinai Shorogun, "o síndrome del celibato", una tendencia que hace que el Gobierno japonés financia y patrocine una especie de locales lujosos para mantener citas y encuentros sexuales discretos.

En un rincón del distrito de Shibuya, en Tokio, el material BDSM, los techos con espejos, las máquinas expendedoras de preservativos y las luces de neón indican que estamos en el Love Hotel Hill, una franquicia de la industria sexual japonesa.

Los hoteles del amor satisfacen las necesidades de las parejas japonesas y de los turistas. Hay más de 130.000 de estos locales en todo el país, cientos de ellos solamente en Tokio. Representan los ingresos de un cuarto de la industria del sexo nipona.

En Japón son frecuentes las familias multigeneracionales, donde las parejas jóvenes no pueden practicar sexo por tener que compartir el espacio con niños y con sus padres. Los hoteles de amor ofrecen discreción e intimidad.

Aunque la mayoría de las parejas que acuden a estos lugares están casadas o saliendo juntas, tampoco son inusuales los asuntos de aventuras extramatrimoniales. Los hoteles cuentan con entradas secretas, garajes cubiertos y coberturas desechables para las matrículas. Los clientes pueden pagas en efectivo a recepcionistas ocultos tras cristales opacos para garantizar el anonimato.

En Japón, más del 40 por ciento de los hombres y mujeres entre los 18 y los 34 años nunca han mantenido relaciones sexuales según el Instituto Nacional de Población y Seguridad Social. Si esto sigue así, se preve que para el 2060, la población de Japón haya descendido un 30 por ciento, lo que provocaría un desastre económico.

A medida que el coste de la vida aumenta y las oportunidades laborales disminuyen, más jóvenes solteros se quedan en e hogar paterno. Son conocidos como Parasaito Shinguro o Parásitos Solteros. Sus salarios se usan casi exclusivamente como ingresos disponibles, una tendencia no solo autóctona de Japón. sino que este modelo está apareciendo también en los Estados Unidos y Europa. Sin hipotecas que pagar o costes del mantenimiento de las viviendas, estos jóvenes tienen un montón de tiempo libre para el ocio.

Las mujeres japonesas también disfrutan de una independencia económica sin preedentes. Sus madres solían tener la creencia de que si tenías una pareja masculina, y esta tenía éxito, entonces tú tenías exito. Tener un marido ya no es indicativo de éxito

En 2006, la escritora japonesa Maki Fukasawa acuñó el t´ñermino "hombre herbívoro" para describir esta apatía sexual de hombres que persiguen el exito y la independencia económica rechazando los vínculos sexuales en una especie de celibato no reconocido.

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