Luís Alfonso Gámez contra los fraudes paranormales.

El periodista escéptico Luís Alfonso Gámez afirma que los especialistas en lo paranormal más conocidos por los españoles de nuestro país son los menos fiables. Hay investigadores serios pero no los conoce nadie. Un charlatán hará siempre lo contrario de lo que haría un analista riguroso. No aclaran el misterio, sino que ocultan datos, engordan el misterio y no dan cuenta de sus supuestas fuentes".

Esta tarde, en la biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao, este periodista desvelará los engaños en torno al fenómeno de los platillos volantes, del espiritismo, o los misterios del pasado vinculados a la influencia de los extraterrestres. Todos estos fenómenos y leyendas urbanas surgen en Estados Unidos y crecen exponencialmente por la influencia de los medios de comunicación. "No solo contribuyen a su expansión, sino que sí pueden y el asunto está de moda se inventan historias".

Sobre los "bigfoot" de los bosques de Estados Unidos:

"Nadie dice que, hacia 1950, cerca de las huellas había maquinaria de obra que había sido dañada y que el contratista había puesto semejantes rastros y difundido los primeros relatos sobrenaturales para infundir terror en los previsibles vándalos".

Sobre el mago ilusionista Uri Geller y sus presuntos "poderes":

"Tampoco explican que Geller había sido mago en clubes nocturnos y que los ilusionistas de la época (1970) ya podían replicar su truco de parar los relojes y doblar cucharas.

"Un auténtico mago dice que te va a hacer creer que tiene poderes extraordinarios, mientras que el clarlatán dice directamente que los tiene, aunque nunca los ha probado delante de una comisión científica y de magos con experiencia"

Sobre los medium:

Tras su aparición en el siglo XIX (1840, hermanas Fox) , los medium y espiritistas recibieron un boom tras el ´termino de la Primera Guerra Mundial, con tantos padres culpabilizados por haber apoyado la contienda que se había llevado por delante a sus hijos. "Los medium solo hablan de generalidades y dicen lo que queremos oír. Son peores que los pseudoterapeutas que dicen que pueden curar enfermedades terminales porque se aprovechan del dolor humano, tanto el físico como el espiritual".

Los medios de comunicación juegan un papel importante en la circulación de estos bulos. "En 1959 se produce un fraude periodístico al hablar de un experimento telepático entre el submarino Nautilus y tierra firme, que llevó a los soviéticos a creer que los norteamericanos les llevaban la delantera en la Guerra Fría al patrocinar estos experimentos. Los soviéticos iniciaron sus propias investigaciones paranormanles con supuestos psíquicos. Washington sabía que todo lo que decía la prensa era mentira pero invirtió en charlatanes y experimentos con "dotados" dinero del contribuyente americano porque era lo que Mscú estaba haciendo".