Tras la Conferencia de Teherán de 1943 el mundo capitalista ( Gran Bretaña y Estados Unidos) había pactado con los comunistas de la Unión Soviética para luchar contra los nazis. Durante el verano de 1944 los aliados anglosajones habían establecido un segundo frente en Europa Occidental y los rusos habían destruído treinta divisiones alemanas durante la Operación Bagration. Ya nada podía impedir que los soldoados rusos ocuparan Berlín.
Churchill y Stalin se reunen en 1944 para comer un cochinillo asado, tomar bebidas fuertes ( Whisky, para Churchill; Vodka para Stalin), intercambiar fotos dedicadas, y decidir el reparto de influencia durante la posguerra europea. Churchill sabía que Gran Bretaña estaba militarmente exhausta por tener que luchar en varios frentes mientras que el Ejército Rojo salía de la prueba diezmado pero más fuerte que nunca. Rooselvelt no podía estar presente en la reunión pero mandó su diplomático de confianza, William Averell Harriman.
Se acordó que la Unión Soviética recuperaría casi un tercio del territorio polaco que había perdido en la guerra polaco- soviética de 1921. Los polacos serían compensados conla anexión de los territorios alemanes hasta el río Oder- Neisse.
La URSS obtendría el 90 por ciento de Rumanía, el 75 por ciento de Hungría y Bulgaria y el 50 por ciento de Yugoslavia; los aliados occidentales el 90 por ciento de Grecia y la mitad restante de Yugoslavia.
Las negociaciones fueron duras. Mientras Molotov conseguía la totalidad de Hungría y de Rumanía, un tesoro de reservas petrolíferas, Eden, el diplomático británico, consiguió un 20 por ciento de Bulgaria. Churchill cedió el este de Europa a los rusos a cambio de la promesa de estos que no extenderían su influencia hasta Italia y Grecia ya que las comunicaciones de Gran Bretaña con sus colonias asiáticas eran importantes por entonces.
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