Las palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser humano, el instrumento de la magia. Pero son como una espada de doble filo: pueden crear el sueño más bello o destruir todo lo que te rodea.
MIGUEL RUIZ.
El lenguaje es el principal invento del ser humano y uno de los más antiguos. No hay forma de cultura, por rudimentaria que sea, si no es posible transmitirla por medio de las palabras. Con él transmitimos ideas, pensamientos, perspectivas, reflejamos emociones, manifestamos argumentos, estrechamos lazos e iniciamos discusiones.. Pero por esto mismo, es importante saber escoger las palabras con prudencia e impecabilidad, no solo por los interlocutores, sino por nosotros mismos, que las pronunciamos.
Utiliza tus palabras apropiadamente. Utiliza tus palabras para compartir tu añor... Empieza por ti. Dite a ti mismo que eres una persona maravillosa. Dite cuánto te amas. Utiliza las palabras para romper todos esos pequeños acuerdos que te hacen sufrir. Este acuerdo, por sí solo, es capaz de cambiar tu vida.
De adolescente me creí la milonga de que si me esforzase lo suficiente podría conseguir cumplir mis sueños y me marqué metas muy poco realistas. Como no las conseguía, porque no conocía mis limitaciones me decía lindezas como "deberías estas muerto". De ahí a las ideaciones de suicidio hubo un paso. Tuve un brote psicológico, y mis profecías de desastre se autocumplieron. Estuve un año fuera de juego y dos haciendo terapia en un Hospital de Día. Este es el poder de las palabras mal usadas.
Las personas aceptan la autoagresión como algo normal y el maltrato viene de expresiones como:
-No sirvo para esto.
-Es imposible.
-No soy capaz.
-Nada va a cambiar.
Es la razón por la que no nos aceptamos como somos, y peor aún, no aceptamos a las personas tal y como son.
-Lo que digamos tiene que sumar a la conversación. Si resta, guardaremos silencio
-Revisaremos las razones que nos llevan a criticar a otra persona en privado o en público. Puede ser pos celos, por ganas de llamar la atención, por frustración....
-Ten cuidado con lo que dices y con las palabras que utilizas. Evita las críticas destructivas y elimina los ataques y las agresiones de tu lenguaje.
-Evita chismes y rumores.
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