La vida de la hembra de chimpancé Dorothy no fue fácil. Unos furtivos mataron a su madre, la arrancaron de su cadáver y la vendieron a un parque de atracciones de Camerún donde no atendieron sus necesidades como primate. Estar atada a una cadena durante 25 años, comer una dieta inadecuada e hipercalórica y no poder sociabilizar no es bueno para ningún prímate. Dorothy desarrolló sobrepeso.
La lección que nos da esta hembra de chimpancé es de resiliencia y de perdón. Cuando la rescataron y la llevaron al centro de recuperación de Samana- Yong (Camerún) no solo se mostró conciliadora con los demás simios sino que adoptó a otro chimpancé huérfano, Boulebule.
Cuando murió de una afección respitaria a los 40 años, en otoño de 2009, eran tan profundos los lazos que había establecido con los otros chimpancés, que algunos se mostraron agresivos o nerviosos, pero todos contemplaron su entierro, una iniciativa de los cuidadores del centro de recuperación, en silencio. Los chimpancés son una especio de simio ruidosa y bullanguera. Miraron el entierro callados, comprendiendo que su amiga ya no iba a volver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario