miércoles, 9 de julio de 2014

MEJOR IMPOSIBLE. Un acercamiento cinematográfico al Transtorno Obsesivo Compulsivo.

Tengo un libro del psiquiatra cinéfilo Albert Solá, edición de 2006, de Editorial Base, sobre "Hollywood. Cine y psiquiatría". Le estoy sacando partido a los análisis de diferentes cintas en las que aparecen enfermos mentales. La idea de todo esto es compartir la idea de que la enfermedad mental, pese a ser una continua fuente de sufrimiento para los que las padecen,  un desbarajuste para los familiares y amigos, es comprensible. Olviden lo que dicen los periodistas con afán de vender tiradas y las personas desinformadas. Las enfermedades mentales no se curan, es cierto, pero son negociables y domesticables.
Entre los héroes del Transtorno Obsesivo Compulsivo puedo citar dos: el televisivo Adrián Monk, un detective de San Francisco con esta tara, que resuelve los crímenes y se relaciona con otros personajes disfuncionales en sus capítulos como la acosadora Marcy. La premisa es que estas personas pueden ser entrañables, con sus rarezas e incapacidades, mientras que muchos neurotípicos arrogantes y totalmente adaptados puden ser unos asesinos. Y Marvin (Jack Nicholson), el protagonista de MEJOR IMPOSIBLE.
Marvin no es entrañable. Cada día se esfuerza por no serlo y lo consigue con marcado éxito. Va todos los días a un restaurante, come con cubiertos de plástico, insulta a los demás clientes porque se supone que le molestan, y hace pasar las de Caín a Carol, la única camarera capaz de sufrirle dia tras día (Helen Hunt).
El cambio de Marvin pasa cuando Simon, su vecino gay, le presta su perro mientras pasa unos días recuperándose en el hospital de una paliza. Marvin empieza a pasárselo bien mientras saca a pasear al perro.
Luego se entera de que Carol no ha ido a trabajar. Pregunta a dónde ha ido. Le dicen que su hijo está enfermo. Y él, no se sabe si por apego, o por empatia, decide pagar el tratamiento del hijo de corta edad de la camarera.
Cuando Simon vuelve descubre que el casero ha cambiado la cerradura. Algún día hablaré del transtorno mental que supone ser un desalmado.Así que Marvin lo instala en su casa como un favor mientras él encuentra otro lugar donde vivir.
Marvin empieza a hacer caso a su psiquiatra, a dejar de lado sus manías, y a conquistar poco a poco el corazón de la Carol, insegura y abrumada por el cambio de Marvin.

Los obsesivos- compusivos son esclavos de temores absurdos para los demás pero que tienen fuerza de ley para ellos. Siempre temen enfermar por lo que limpian y ordenan compulsivamente sus espacios vitales. Tomemos un ejemplo, un obsesivo copulsivo siempre se viste en el mismo orden. Si cree que ha cometido un error en este ritual, se desviste lo más rápido que puede y empieza de nuevo. Las sesiones de aseo pueden durar una hora y media, porque una de estas personas nunca está segura de si se ha aseado de forma correcta.
Luego está el pensamiento mágico. Creen que si evitan una acción determinada o hacen algo concreto en un momento concreto, como dar una palmada antes de abrir el garaje, eso tan terrible que temen pero no saben definir no sucederá.

ADMIRADORA: ¿cómo es capaz de conocer tan intimamente el alma femenina en sus novelas?
MARVIN: Me imagino a un hombre y le suprimo la inteligencia y la responsabilidad.

Para ver:
Imágenes de la película con una demostración práctica de los síntomas del transtorno meniaco-compulsivo.
https://www.youtube.com/watch?v=hvybOjJ_Coc 

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