lunes, 11 de septiembre de 2017

Barry Seal: el traficante, de Doug Liman.

Esta es una película sobre el escándalo del Irangate. ¿Que en qué consistió eso? Fue una operación de Inteligencia - es un decir, creer que el fin justifica los medios nunca fue inteligente- para apoyar a los Contras, un grupo de guerrilleros centroamericanos de extrema derecha desplazados por la llegada al poder de los sandinistas en Nicaragua, una vez derrocado el dictador Somoza.
Barry Seal es un piloto de aerolíneas comerciales, de la TWA concretamente. Trafica con puros cuando "Schaffer" le propone trabajar como cadenero - correo- para la CIA. Su misión será vender armas y hacer fotografías de instalaciones sandinistas. También tendrán que llevar a Estados Unidos, concretamente al aeródromo de Mena, en Arkansas a los Contras para entrenarlos.
Barry descubrirá que las operaciones de Inteligencia en las que participa por la aventura se financian con dinero de la venta de drogas en Estados Unidos, proporcionada por el cartel de Medellín, dirigido en aquella época por los hermanos Ochoa y Pablo Escobar.
Veremos que la situación le explota en las manos al presidente Reagan. Oficialmente tiene que combatir las drogas en las calles y en las escuelas, pero entiende que si quiere ganar la Guerra Fría en Centroamérica tiene que vender armas a unos tipos poco interesados en luchar, además de conseguir dinero del cártel de Medellin y proteger a correos de la droga como Barry Seal, a espaldas de los votantes.
Es una de esas historias donde unos políticos y agentes de espionaje irresponsables tratan de tapar las consecuencias de sus decisiones con otras más delirantes aún, convencidos de que no les van a estallar en la cara. Barry Seal fue asesinado en el aparcamiento de su motel de Baton Rouge en febrero de 1986, cuando Reagan ya estaba dando explicaciones de sus gestiones en este asunto. "Schaffer" propuso conseguir el dinero vendiendo armas en Irán a los grupos opositores a la teocracia gubernamental y también fue eliminado a consecuencia de esta actividad.

La pelicula tiene un tono muy acorde con la imagen que dan en la televisión las series de los narcotraficantes. Tom Cruise ridiculiza a un Seal que es incapaz de blanquear todo el dinero que gana con sus actividades, se muere de éxito, presionado siempre por sus jefes y los narcotraficantes. Que no pierda la sonrisa en ningún momento, ni siquiera cuando el asunto se les va de las manos a todos, o cuando el imbécil de su cuñado J.B muere liquidado por ostentar dinero delante del sheriff y llamar la atención de las autoridades sobre la naturaleza real del origen de la fortuna de Barry no es creíble. Además, que la muerte del cuñado habría tenido por fuerza que desintegrar el matrimonio de Barry, lo cual no es el caso. En fin, otra glorificación del mundo del narcotráfico.

Para ver:

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