Los Fabelman (2023).

https://www.youtube.com/watch?v=PSpWKovHFf8 

 

Esta es la autobiografía filmada de la infancia y la adolescencia del genio del cine de evasión y palomitas Steven Spielberg, que nos evoca la época en que ir al cine era una experiencia de cohexión comunitaria. Es una cinta sobre crecer en una familia lastrada por los problemas, pero en la que todos se quieren y nadie quiere hacer las cosas más sangrantes y punzantes de lo que son. Hablo de la aventura extraconyugal de Mitzie, la madre de Sam Fabelman, con el "tío" Bern, el mejor amigo de su marido, y del impacto que todo esto causa en la familia en general, y en el propio Sam.

Si Spielberg hace películas sobre padres de clase media estadounidense que trabajan demasiadas horas y madres ausentes es porque le tocó vivir en una de esas familias. Todas esas películas son un ajuste de cuentas con el pasado. Que le tocase rodar en una época en que la propaganda estadounidense había lanzado la consigna de enviar la idea a todo el bloque capitalista que era maravilloso crecer en esos barrios residenciales, ser un niño blanco de clase media, ayudó a apuntalar la carrera de Spielberg como director.

Otra cosa que vemos, aunque está presente en otras cintas como CINEMA PARADISO es la vocación de ser cineasta. No en plan: si te esfuerzas mucho, al final lo logras, porque hay una parte importante de la cinta en que el joven Fabelman no quiere rodar, precisamente porque lo asocia con el carácter artístico de su madre, una pianista, y porque es lo que le anima a hacer el "intruso" tío Bern. Es dedicar tiempo a una cosa porque te hace feliz, te hace centrarte en algo que no es precisamente la realidad pero como sucedáneo basta. Podemos ver sus experimentos con los efectos especiales en la película bélica que rueda con su patrulla de scauts. O cómo prepara un simulacro de accidente ferroviario a los 8 años tras ver EL MARAVILLOSO MUNDO DEL CIRCO con su tren de juguete. La película bélica casera se estrenó en el cine municipal, costó 100 dólares y tuvo una recaudación de 101. Eso es amor por el cine, más allá del resultado.

Y lo tercero es el problema de encajar en distintos ambientes, una y otra vez. Sam Fabelman tiene dislexia y síndrome de Asperger. Es malo con los estudios y pésimo deportista, lo que lo convierte en un blanco de los matones del instituto. El verdadero Spielberg volvía ensangrentado a casa más de una vez.

Creo que sería esta una película adecuada para ver en los institutos y comentarlas. Porque ya no estamos en 1964, pero en 2024 los padres se siguen separando, los abusones siguen ejerciendo de tales y todos tenemos una vocación que a lo mejor no nos lleva a nada, pero hace que las cosas dolorosas se vuelvan blancas y lejanas.

 

El encuentro de Spielberg con John Ford:

No recuerdo si Spielberg estaba tratando de hacerse valer en los Estudios Universal o ya tenía la pasantía de ayudante técnico no remunerado del estudio, pero un amigo le indicó que en el despacho de al lado estaba John Ford, el director de las películas del Oeste más míticas.

La secretaria le dijo a Sielberg que el viejo Ford le dedicaría unos minutos de su escaso tiempo. Ford entró con marcas de labios femeninos en la cara y en la frente, con un parche en el ojo y puso los pies en la mesa del despacho para marcar el territorio al jovencísimo Spielberg.

Le mostró las carátulas de sus películas colgadas en cuadros y preguntó a Spielberg qué veía.

-Vaqueros, indios....

-!No, no y no! Si no sabes por qué pongo en horizonte en un lugar u otro es que todavía tienes mucho que aprender como cineasta. Y ahora lárgate.

Otro se llevaría una decepción, pero Spielberg pensó que el que le estaba echando de su despacho era John Ford. Y ocho años después inventó el nuevo Hollywood, un nuevo lenguaje visual y argumentativo, que aunque ya no es tan nuevo, es el germen de mucho de lo que vino después y tenemos ahora en los cines.