miércoles, 7 de febrero de 2024

Luís I de Borbón y su corta e infeliz vida.

 Un padre depresivo, una madrastra pérfida, una esposa loca que limpiaba las ventanas de palacio desnuda y una viruela fulminante acabaron a los 17 años con el efímero Luís I de Borbón. Subió al trono hace ahora 300 años.

Luisa Isabel de Orleans, breve reina de España, resultó tener tendencias exhibicionistas. Se paseaba por palacio con una megligeé que dejaba poco a la habitación, pero por si algún embajador o cortesano no se daba por enterado de desvestía para limpiar con su vestido las ventanas de palacio. Con la vagina a la vista.

Luís I reinó solo 8 meses tras la abdicación de su padre. Había nacido en 1724, tras el fin de la guerra de Sucesión que enfrentó a los austracistas, que pugnaban por una continuación en el trono de los Habsburgo con los borbónicos, que querían un rey emparentado con el Rey Sol. Fiel seguidor de las tradiciones religiosas de España Felipe V presentó a su heredero ante la Virgen de Atocha, como lo habrían hecho los Austrias.

Luís I pierde a su madre, la reina María Luísa a los 6 años. Su padre, Felipe V, un rey con manía bipolar, solo encuentra consuelo en copular varias veces al día con su esposa y su ministra, la princesa de los Ursinos, pide consejo al cardenal Alberoni. Este le propone un enlace con Isabel de Farnesio, que en lugar de una muchacha bella y manipulable es una mujer regordeta de fuerte carácter y grandes ambiciones. Luís I no es hijo suyo por lo que se toma un interés secundario en casarlo adecuadamente. La elegida es Luisa Isabel de Orleans,una muchacha con trastorno límite de la personalidad, una enfermedad caracterizada por "emociones turbulenta o inestables que estimulan acciones impulsivas o relaciones caóticas con otras personas"

El embajador francés cuenta que un día "estaba subida en una escalera de mano que encontró apoyada en un manzano y nos mostraba su trasero, por no decir otra cosa. Creyó caerse y pidió ayuda; el mayordomo Magny la ayudó a bajar, pero, si no estaba ciego, vio lo que no buscaba ver y que ella tiene por costumbre enseñar libremente"

El 9 de enero de 1724, Felipe V abdica en su heredero, porque la melancolía por la muerte de su primera esposa ha pasado a lo que actualmente los psiquiatras llaman manía bipolar. Isabel de Farnesio lo ha convencido, mas que por su precario estado de salud, porque Luís XV de Francia ha muerto recientemente y hay posibilidad de subir al trono galo y dejar a Luís I en el español. La anexión de los dos países es imposible.

 Luís I crea una especia de partido español que busca deshacerse de la influencia en la política de su taimada madrastra, que se ha retirado con su padre a la Granja de San Ildelfonso para respirar un aire más sano que el de Madrid. Se centra en la política atlántica y en la gestión de la América española y renuncia a recuperar por las armas o la diplomacia los territorios perdidos en la guerra de Sucesión a manos de los Habsburgo.

Una de las constantes que marcanesos meses de reinado por el monarca adolescente es la de tener que paliar con una situación familiar que le supera y que ningún tratado de política o ministro ha sabedo o podido aconsejarle. "En cuanto almuerza, se va a jugar a la pelota; el resto del día, bajo un gran calor, se va de caza y camina como un montero; por la noche, sin trabajar eficazmente, creemos que se excede y, sim embargo, ni le gusta su mujer ni él  le gusta a ella",escribe el embajador de Francia.

La viruela era una enfermedad muy común en el siglo XVIII y Luís la contrajo. Podría haber sobrevivido si su médico irlandés, Higgins, no le hubiese debilitado con sangrías absurdas. Lego vino la opción mailagrera: meter en la cama del enfermo las momias de San Isidro y San Diego de Alcalá, y más tarde imágenes benditas de la Virgen de la Soledad y la de Atocha.

Curiosamente, la reina se comportó ejemplarmente durante los últimos días de su marido, atendiendo sus necesidades sin miedo de contraer ella misma la enfermedad. Luís I murió al cabo de nueve días y Felipe V e Isabel de Farnesio regresaron a Madrid. Esperar la muerte de Luís XV para subir al trono de Francia no había resultado una buena idea porque este no murió hasta 1774. Llamó a su presencia a Luisa Isabel y le dijo que volviese con escolta a Francia porque su labor como reina había terminado, que tendríua una pensión pero que podría perderla si incurría en su conducta nudista o en otros escándalos.

Luisa Isabel de Orleans fallecería a los 32 años en Francia.

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