Stella. Víctima y culpable. (2024). Colaboracionistas judíos.

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Stella Goldschlag era una chica judía normal que creció en el bullicioso Berlín de entreguerras. Como tantas chicas de su edad quería ser cantante de cabaret, concretamente de jazz, o actriz de la UFA. Pero en 1938, tras la Noche de los Cristales Rotos, su familia perdió su status y tuvieron que vivir en la clandestinidad, en un ambiente en que cada gesto fuera de lugar podía significar la deportación.

Stella es detenida y torturada por la Gestapo en 1943. Los oficiales de la Policía Política hacen un trato con ella. Si delata a otros judíos escondidos podrá salvaguardar la vida de su marido y de sus padres, todos músicos de cierto renombre hasta la llegada de los nazis al poder en 1933.

Stella empieza a frecuentar los lugares de reunión de los judíos clandestinos y contacta con las redes que les proporcionan documentación falsa, incluida la  de Rogoff, que no delata. Pero la Gestapo no cumple su parte del trato y deposta a su marido a Auchwitz en octubre de 1943 y a sus padres a Mauthausen y Theresiendstadt en la primavera de 1944. A cambio las delaciones de Stella le han costado la vida a entre 600 y 3000 personas. No hay datos reales y certeros acerca de las cifras.

Dicen que iba a los encuentros con personas que iba a entregar a las autoridades con un somprero de cazadora y que a veces se metía en la boca un bombón y se relamía mirando a los agentes encubiertos de la Gestapo. "Ya podéis actuar".

Fue capturada por los soviéticos que la condenaron a una estancia de diez años en varios campos de internamiento. Después se pasó a Alemania Occidental donde volvió a ser juzgada por colaboracionismo aunque no condenada, porque ya había cumplido por cuenta de los rusos.

Stella Goldschlag tuvo una hija que se crió en casas de acogida judías y que rompió todo contacto con ella de adulta. Stella se casó cinco veces, se convirtió el cristianismo y se volvió una furibunda antisemita. ¿Todo esto porque la propaganda nacionalsocialista ya había llegado a ella, hasta su tuétano, o por miedo a las represalias de sus antiguos supervisores? Stella se suicidó en 1994. Unos dicen que se ahogó en la bañera. Otros   cuentan que se tiró por la ventana.

Nota:

Todos creemos saber lo que haríamos en caso de una situación de dictadura totalitarista. Todos creemos que nadie con dos dedos de frente colaboraría. Seguramente Stella Goldschlag también lo pensó. Pero da la casualidad de que todos nos queremos mucho y cuando es un guardia el que te golpea con una porra hasta el sadismo o te ahoga hasta que crees que vas a morir, te rompes. Y si luego resulta que tienes suerte, y te hacen, como decía el Padrino, "Una oferta que NO PODRÁS rechazar" no eres suicida y no la rechazas.

Todos somos héroes en nuestra imaginación, pero realmente no somos más listos ni estamos más vacunados contra ciertas cosas de lo que lo estaban nuestros padres y abuelos.